Ciudad de México. El anuncio de reapertura de las fronteras de Estados Unidos ha generado desconcierto, enojo y preocupación entre jóvenes profesionistas mexicanos que recibieron la vacuna Sputnik V (rusa) o CanSino (china).
La Jornada buscó a varios que por motivos académicos o laborales tienen la mira puesta en aquel país. Aunque ahora desconocen si se les permitirá el ingreso.
“No hay político ni nadie que lo aclare. Ni de aquí ni en el gabacho. Sólo sé que dejarán entrar a los que tienen vacunas aprobadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mía (CanSino) no está entre esas. Pero no se atreven a informar directamente que no entraremos. Es sólo parte de la geopolítica gringa”, apunta Carlos, académico universitario.
La satisfacción que Frida sentía por recibir la vacuna rusa se convirtió muy pronto en preocupación y estrés. Esta profesionista de 32 años, que trabaja en producciones audiovisuales para plataformas streaming, podría perder oportunidades laborales en Estados Unidos, donde se filman muchas de las series en las que participa.
“Estaba feliz porque he leído que Sputnik V es de las más efectivas y confío en los rusos. Pero hce unos días mi madre me dijo que no dejarían entrar a Estados Unidos ni a Europa a quienes tuviéramos esta vacuna o la CanSino, con la que vacunaron a mi hermano. Nos dijo que viajáramos cuanto antes a Estados Unidos para ponernos la Johnson & Johnson. Hoy estoy en Los Ángeles contra mi voluntad (llegó el martes), ha sido un gasto extra, tiempo, energía y mucho estrés, pero no hacerlo significaría cerrarme oportunidades”.
A su preocupación se acumula el hecho de que tuvo que viajar sin que nadie lo supiera debido a que la próxima semana inicia un proyecto para una serie con Netflix y está obligada a guardar cuarentena. Por eso prefiere ser llamada Frida y no por su nombre real.
“Me siento como prófuga, venir a escondidas, sin poder decirle a mis amigos para que pudieran recibirme u orientarme cómo está el asunto de las vacunas acá. Si en la producción se enteran, me echan. Pero el 1 de noviembre está cerca y no quería arriesgarme”.
Matilde, de 30 años y quien estudia una maestría en la UAM, tiene casi todo listo para realizar una estancia en Estados Unidos. Sus planes podrían venirse abajo.
“Nadie habla de alternativas. También soy profesora y me tocó la CanSino. Tengo muy avanzados mis procesos para ir el próximo año a la Universidad de Texas, he invertido mucho esfuerzo y dinero. Ahora siento que todo se puede complicar”.
Eduardo Figueroa, publicista de 35 años vacunado con el biológico ruso va más allá en su análisis. “Los humanos somos unos ridículos y siempre encontramos la manera de joder, sobre todo los políticos. Resolver el tema de la pandemia es más importante que los problemas entre países”.
Refiere que no sólo será el conflicto con Estados Unidos, sino también en países de Europa. “Leía que Reino Unido te deja entrar con vacunas aprobadas por la OMS, pero aplicadas en países aprobados por ellos y México no está en su lista. ¿O sea que si aquí te pusiste la Pfizer o la AstraZeneca tampoco jalarían allá”.
Daniel Cisneros, comunicólogo de 33 años vacunado con Sputnik V, apunta que no le interesa viajar al país vecino por el momento. En tono irónico dice: “No todos queremos ir, y si algún día se me ocurre y no me permiten entrar, ellos se lo pierden”.