Ciudad de México. Ante los múltiples problemas que viven docentes de la CNTE, como el ataque a sus instalaciones en Michoacán, la falta de interlocución con el gobierno de Chiapas, pensiones precarias, el despido injustificado de maestros y el pendiente de la democracia sindical, ya que sigue “la representación espuria” del SNTE, alrededor de 2 mil académicos pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador la reanudación de las mesas de diálogo suspendidas desde el año pasado por la pandemia.
La misiva será entregada la semana próxima a Palacio Nacional y los investigadores buscarán participar en las siete mesas de trabajo, explicó Teresa Garduño del Instituto de Investigaciones Pedagógicas al presentar el documento que también está suscrito por Juan Manuel Rendón, Hugo Aoites y Magdalena Gómez, y centenas de académicos.
En videoconferencia Gamaliel Guzmán, de la CNTE en Michoacán expresó su preocupación porque el “grupo de delincuentes” que hace unos días quemó las oficinas de la coordinadora en la entidad, ahora son interlocutores del gobierno estatal, “el mensaje es que quienes defienden causas justas serán reprimidos y atacados por grupos paramilitares”.
Por su parte, Pedro Hernández, de la sección 9 de la Ciudad de México recordó que el diálogo con el gobierno federal es necesario para cumplir los acuerdos signados en minutas en las mesas que se suspendieron, “los derechos laborales de miles de trabajadores son violentados con la nueva reforma educativa, y está significando que cientos de maestros sean despedidos, se incumple el acuerdo de dar prioridad a los egresados de las normales”.
También está el tema del presupuesto, ya que es necesario a ver lo que falta en la escuelas, el tema de la democracia sindical es una asignatura pendiente, “el ofrecimiento del gobierno era una reforma laboral y obligar al charrismo sindical a salir de esa representación espuria”.
Hugo Aboites, profesor de la UAM Xochimilco, sostuvo que sin diálogo no hay construcción de sociedad, hay necesidad de que el presidente dialogue con una decena de estados donde los maestros están interesados en hablar sobre la dirección de la educación en el país y con demandas muy concretas.
A su vez Juan Manuel Rendón, de la Benemérita escuela nacional de maestros, sostuvo que el diálogo es imprescindible para la definición de acciones, “hoy se hace un llamado a solucionar los problemas lacerantes que vive el magisterio”.
La carta, leída por Teresa Garduño, indica que “se requieren grandes transformaciones para enfrentar el reto que ha implicado la pandemia, el confinamiento, la educación a distancia y el arribo a una nueva normalidad que demanda una nueva propuesta educativa que pueda preparar a la población ante riesgos de nuevas enfermedades y cambios climáticos”.
Agrega que la propuesta educativa nacional no puede construirse verticalmente, es necesaria la participación de todos los actores del sistema educativo, “el diagnóstico y análisis de la situación de las diversas realidades de nuestro país no puede ser realizado a nivel central, demanda de toda la energía, compromiso y conocimiento del magisterio en sus contextos locales”.
Añade que “compartimos la preocupación del gobierno de la 4T por enfrentar los modelos neoliberales que han impuesto sobre el mundo las grandes corporaciones, promoviendo una educación bancaria a través de una lógica autoritaria que niega y menosprecia las realidades culturales de las naciones”.
Para emanciparse del neoliberalismo cultural, “es fundamental construir los modelos educativos propios, emergidos de las lenguas, culturas y existencias nacionales reivindicando la presencia multicultural de sus habitantes”.
Apunta que “ante la necesidad de ofrecer entornos seguros para la presencia en las escuelas, recuperación de las prácticas sociales, establecimiento de acuerdos mutuos colectivos para cuidarnos entre todos y todas, se requiere la construcción de múltiples respuestas educativas emergentes de trabajo colegiado”.
“La CNTE ha mantenido sus principios éticos en su lucha por la transformación de la educación, la defensa de los derechos laborales del magisterio y la democratización del país. Es ahora, en estos tiempos inciertos que es necesario articular las acciones entre el gobierno federal, los gobiernos locales y las autoridades educativas para continuar la reparación del tejido educativo, tanto en los procesos de confianza, como en la respuesta justa de un gobierno que asume su responsabilidad ante múltiples y complejos retos”.
Enumeran entre esos retos “la falta de acceso a plazas de trabajo por parte del normalismo formador de maestros de estado, los despidos, los interinatos casi permanentes y las pensiones precarias de docentes que han dejado sus vidas en la aulas, es decir, la inequidad de un magisterio fuertemente lacerado en los tiempos neoliberales”.
Por todo ello, indicaron, “solicitamos la reinstalación de las mesas de trabajo entre el Ejecutivo Federal y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y ofrecemos nuestra participación en todo aquello que sea necesario para que se regrese a ese proceso inédito instalado por este gobierno de la 4T y el magisterio democrático”.