París. La sociedad israelí NSO, que comercializa el programa de espionaje Pegasus en el centro de un escándalo este año, pide una regulación internacional del sector para no vulnerar libertades y derechos, según un correo enviado a las Naciones Unidas al cual la AFP tuvo acceso.
"Apoyamos firmemente la creación de un marco legal y de estándares aplicables a todo el sector, así como recomendaciones para determinar mejor los usuarios finales legítimos de estos sistemas cruciales", según el correo dirigido por el presidente del grupo, Asher Levy, a diferentes responsables de la ONU.
NSO se vio en el centro del escándalo por la investigación publicada en julio por un consorcio de 17 medios internacionales sobre este programa, que habría permitido espiar teléfonos de periodistas, políticos, activistas o empresarios de diferentes países.
La empresa replica que ella no explotaba la tecnología. "Nosotros ofrecíamos el programa, no explotábamos el sistema", dijo a la AFP una fuente cercana a la empresa.
Una vez instalado en un teléfono, el programa Pegasus permitía acceder a los mensajes, a sus datos o activar el aparato a distancia para captar el sonido o la imagen.
NSO asegura en su carta que se toma estas revelaciones "muy en serio" y afirma haber lanzado una investigación interna sobre el uso que se ha hecho del programa, que la empresa presenta como el mejor para los gobiernos en su lucha contra el crimen.
"¿Cómo las autoridades pueden detener pedófilos e impedir ataques terroristas sin este tipo de herramientas? Es imposible", preguntó la fuente cercana a la empresa.
También defiende que el grupo sigue reglas muy estrictas antes de otorgar a sus clientes el derecho a usar su programa.
Estas reglas ya se han utilizado para descartar potenciales clientes y su aplicación implicó renunciar a "cientos de millones de dólares", indicó otra fuente allegada a la empresa.
Sin embargo, la primera fuente indicó que NSO tiene medios limitados para asegurar que sus clientes no hagan un uso ilegítimo de sus productos.
"No podemos estar detrás de un cliente para ver a quienes apuntan", declaró.
Por ello, el grupo defiende una regulación internacional del sector bajo el auspicio de Naciones Unidas que agrupe a todas las partes implicadas, desde defensores de las libertades individuales a proveedores de servicios en la nube.