Ciudad de México. El Foro Económico Mundial (FEM), estima que durante 2021, el impacto de los ciberdelincuentes que utilizan las tecnologías para afectar a los usuarios de plataformas como redes sociales, ha causado pérdidas por seis mil millones de dólares y puntualizó que México, ocupa el segundo lugar con más ataques de cibercriminales.
Durante la realización de la Séptima Semana Nacional de Ciberseguridad, que realiza la Unidad de la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina, se informó que esta dependencia recibe alrededor de tres mil reportes ciudadanos mensuales, de los cuales, 38 por ciento están relacionadas con algún tipo de fraude por banca electrónica y por comercio electrónico en redes sociales, por sitios de mercadeo o por páginas web.
Marco Arturo Rosales, ex integrante del Comité Especializado en Seguridad de la Información para Proteger Infraestructuras Tecnológicas Críticas, dijo que los fraudes en la red ocurren de manera general alrededor del mundo, evolucionan y causan siempre un impacto social.
El especialista puntualizó que actualmente para la comisión de fraudes se habla de una ingeniería social que consiste en técnicas que diseñan los posibles delincuentes con el fin de robar la información de las personas y la suplantación de identidades para causar, principalmente, una afectación económica y/o emocional.
La evolución de los fraudes, ha pasado desde la falsificación de cheques, billetes y monedas hasta los fraudes electrónicos que abarcan la clonación de tarjetas bancarias o los ataques a los cajeros automáticos, explicó.
En la historia reciente, en este desarrollo de estafas en el país, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), ha reportado que del año 2017 hasta el primer semestre de este 2021, el número de denuncias por fraudes por medios tecnológicos se ha duplicado y, por ende, han significado pérdidas importantes a los ciudadanos.
Los fraudes más recurrentes en la red son el Phishing, cometido por piratas informáticos que “pescan” datos de sus víctimas por medios digitales, SMS, emails, páginas web o telefónicamente para robar claves de acceso o números de tarjetas de crédito; el vishing, llamadas telefónicas falsas para obtener datos de servicios bancarios u otros; y el smishing, amaños a través de mensajes de texto.
Además, el trashing, información personal que se desecha de manera descuidada y que los delincuentes utilizan para hacer ingeniería social, principalmente para robar identidad y el sim swap, robo de la línea telefónica por los ciberdelincuentes para suplantar la identidad y el robo de datos del dispositivo móvil.
En el caso de fraudes cometidos por medio de la red, Rosales recomendó no abrir correos electrónicos desconocidos, no dar click en links, ir al explorador donde se marca la dirección https para validar el certificado de autenticidad y validar la dirección a la que queremos dirigirnos.
En cuanto a las llamadas telefónicas, sugirió colgar de inmediato si el interlocutor solicita información sensible, códigos o contraseñas, ya que ninguna institución financiera los pide; y para evitar el robo de la línea telefónica o los virus maliciosos -malware-, no descargar cualquier aplicación en Internet e instalar un antivirus.
En el Internet no hay una regulación, motivo por el cual los posibles delincuentes abusan para afectar a la gente, pues ofrecen desde productos diversos, servicios a muy bajo costo, hasta trabajos bien remunerados, para lo cual solicitan adelantos de dinero y finalmente los solicitantes no reciben lo prometido, explicó el especialista.