El crudo escaló el lunes a un máximo de tres años, después de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (Opep+) confirmó que se apegaría a su política de producción actual a medida que la demanda por productos derivados del petróleo se recupera y a pesar de la presión de algunos países para un mayor bombeo.
La decisión del grupo de seguir aumentando la producción gradualmente hizo que los precios subieran, aumentando las presiones inflacionarias, que los países consumidores temen que descarrilen la recuperación económica tras la pandemia.
La Opep+ acordó en julio incrementar la producción en 400 mil barriles por día (bpd) mensualmente hasta al menos abril de 2022 para eliminar 5.8 millones de bpd de los recortes de producción existentes.
El Brent subió 1.98 dólares, o 2.5 por ciento, a 81.26 dólares el barril. La semana pasada acumuló un alza de 1.5 por ciento en su cuarto avance semanal consecutivo y regresó a máximos vistos por última vez en 2018.
El West Texas Intermediate (WTI) ganó 1.74 dólares, o 2.29 por ciento, a 77.62 dólares el barril después de subir durante las últimas seis semanas, y cotizaba en su nivel más alto desde 2014.
“Dado el panorama de la demanda y el resultado de la reunión de la Opep, el sentimiento general en torno al crudo es optimista”, dijo John Kilduff, socio de Again Capital LLC en Nueva York.
La demanda de carbón y gas natural ha excedido los máximos previos al COVID-19 y el petróleo está muy cerca, según el organismo de control de energía, la Agencia Internacional de Energía. Las tres cuartas partes de la demanda mundial de energía todavía se satisfacen con combustibles fósiles, y menos de una quinta parte con energías renovables no nucleares.
La Opep+ se ha enfrentado a la presión de algunos países para agregar más barriles al mercado, ya que la demanda se ha recuperado más rápido de lo esperado en algunas partes del mundo.
El repunte del precio del petróleo también se ha visto impulsado por un aumento aún mayor en los precios del gas, que se han disparado en 300 por ciento, lo que ha provocado el cambio al fuel oil y otros productos crudos para generar electricidad y para otras necesidades industriales.