A bordo del Geo Barents la guardia costera de Libia interceptó este domingo a dos navíos con más de 550 migrantes que intentaban llegar a Europa, indicó la agencia de la Organización de Naciones Unidas para los refugiados (Acnur).
Fueron las intercepciones más recientes en medio de un repunte de cruces desde la nación del norte de África hacia las costas europeas en los últimos meses. Ocurrió dos días después de una gran operación en una localidad occidental libia en la que al menos 4 mil migrantes fueron detenidos.
Libia se ha convertido en un importante punto de tránsito para las personas que huyen de la guerra y la pobreza en África y Oriente Medio con la esperanza de labrarse una vida mejor en Europa. La tendencia comenzó después de que el país se sumiera en el caos tras el alzamiento popular de 2011 en el que el dictador Moamar Gadafi fue derrocado y asesinado.
Los traficantes de personas se han beneficiado del caos en la nación petrolera y pasan migrantes de contrabando a través de la larga frontera del país con seis naciones. Después embarcan a los migrantes desesperados en lanchas de goma mal equipadas para arriesgadas travesías por la peligrosa ruta del centro del Mediterráneo.
El primer navío de madera, con unos 500 migrantes a bordo, fue obligado a desembarcar a sus pasajeros el domingo en la madrugada en una refinería en la localidad occidental de Zawiya, desde donde parten muchos migrantes, según la ACNUR. Entre ellos había sudaneses, somalíes, bengalíes y sirios, añadió la organización.
Posteriormente, la ACNUR dijo que la guardia costera regresó a por lo menos 56 migrantes, incluidos tres niños, al puerto de Trípoli, luego de que su bote de goma se rompió en el mar.
Era probable que desde allí fueran trasladados a centros de detención, como suelen hacer las autoridades libias con los migrantes interceptados.