Madrid. El ex presidente del gobierno español José María Aznar (1996-2004) se burló del nombre de Andrés Manuel López Obrador y de la petición pública de perdón que realizó el Papa Francisco por los excesos y la violencia ejercida contra los pueblos originarios durante la Conquista.
Aznar participó en el Congreso del Partido Popular (PP) y entre los asuntos que abordó incluyó una descalificación del mandatario mexicano: “Dice que España tiene que pedir perdón. ¿Y usted cómo se llama? Yo me llamo Andrés Manuel López Obrador. Andrés por parte de los aztecas. Manuel por parte de los mayas. López es una mezcla de aztecas y mayas”, afirmó entre risas.
Aznar, que representa al sector más ultra del PP español y que en su día se alineó con la derecha más belicista del mundo para apoyar la segunda guerra de Irak basándose en informes falsos, recuperó protagonismo al interior de su partido, del cual había sido apartado precisamente por sus posturas extremistas y por su afán controlador.
Al menos así ocurrió durante el mandato de su predecesor, Mariano Rajoy, pero ahora, con el liderazgo de Pablo Casado, el ex presidente Aznar vuelve al centro del debate en España.
En su discurso, Aznar también se refirió a la carta de petición de perdón del Papa Francisco y lo hizo para denostarla. “En esta época en la que se pide perdón por todo, yo no voy a engrosar las filas de los que piden perdón, lo diga quien lo diga”. Y fue entonces cuando también asumió una máxima que también defiende el partido de extrema derecha Vox, al afirmar que “el nuevo comunismo de Latinoamérica se llama indigenismo. Y el indigenismo sólo puede ir contra España”.
En ese punto interpeló directamente al mandatario mexicano, al preguntarse irónicamente: “¿Y quién nos dice que pidamos perdón? ¿Usted cómo se llama? Andrés Manuel López Obrador”, para añadir los comentarios de burla a su nombre y añadir que “si no hubiesen pasado algunas cosas, usted ni se podría llamar como se llama ni podría haber sido bautizado”.
Entre las reacciones de repulsa a los dichos de Aznar, la más dura fue la del ex presidente catalán Carles Puigdemont, refugiado en Bélgica desde hace cuatro años, quien afirmó que se trataban de unos comentarios “miserables” y “repugnantes”, además de “xenófobos”.
En sus cuentas en redes sociales, Puigdemont preguntó a Aznar que qué quiere decir haciendo esa burla o juego con los apellidos del mandatario mexicano. Y se responde: “El menosprecio hacia las otras culturas es la semilla del racismo que tantas atrocidades ha causado Europa a lo largo de la historia. Todo mi apoyo a Andrés Manuel López Obrador”.