Ginebra. Los suizos dieron un rotundo sí a favor del matrimonio igualitario este domingo en un referéndum, infligiendo una derrota aplastante a sus opositores, que intentaban justificarse tildándolo como una amenaza para el bienestar de los niños.
El sí recibió el 64,1 por ciento de los votos, de acuerdo al resultado final dado a conocer por el gobierno federal, y se impuso en todos los cantones del país, inclusive en los más conservadores.
"¡Es un día histórico!", decían todos casi al unísono en un restaurante de Berna donde se congregaron los partidarios del sí. En el local, repleto de banderas arcoíris, Mona Gamie, una "drag queen" enfundada en un vestido azul centelleante, cantó el "Hymne à L'amour" (Himno al Amor) de Edith Piaf, conmemorando la ocasión.
"Lo de hoy es un reflejo del cambio de mentalidad que ha tenido lugar en los últimos 20 años, es realmente el reflejo de una muy amplia e importante aceptación de las personas LGTB en la sociedad", se congratuló ante la AFP Olga Baranova, portavoz del Comité del sí.
Para Deborah Heanni, miembro del colectivo "Libero", que apoyó la campaña a favor del sí, "es un día de gran celebración, de victoria tras ocho años de campaña". Al adoptar la unión homosexual, Suiza "se ubica al mismo nivel que otros países en cuanto a esta apertura y progreso", recalcó.
Los primeros matrimonios entre parejas del mismo sexo en principio podrán celebrarse a partir del 1 de julio de 2022, indicó Karin Keller-Sutter, consejera federal a cargo de la Justicia.
"Quienes se amen y quieran casarse podrán hacerlo, sin importar si se trata de dos hombres, dos mujeres o un hombre y una mujer", enfatizó.
El cantón de Basilea-ciudad registró el índice más alto del sí, con un 73,96 por ciento y, en el otro extremo, se impuso por muy poco en el de Appenzell Innerrhoden (50,82 por ciento).
El país alpino se alineó así con la mayoría de los estados de Europa occidental, en una vía que abrió Holanda en 2001.
Carteles impactantes
El no había recuperado terreno a medida que se acercaba la fecha del referendo, pero seguía siendo minoritario.
En los sondeos previos, ciertos grupos religiosos del partido conservador Unión Democrática del Centro (UDC) --la principal formación del país-- se oponían, aunque en sus filas también hay muchos partidarios del sí.
Suiza despenalizó la homosexualidad en 1942, pero diversas autoridades municipales y cantonales disponían de registros que incluían a los homosexuales, en algunos casos hasta principios de 1990.
Las parejas del mismo sexo ya podían sellar un pacto civil, pero el nuevo texto prevé que puedan adoptar niños. Además, las uniones entre mujeres podrían recurrir a la donación de esperma, uno de los puntos más controvertidos.
Los opositores centraron su campaña, usando carteles muy impactantes, en la mercantilización de los niños y argumentando que "el matrimonio entre personas del mismo sexo mata al padre".
En una de sus pancartas, se puede ver a un bebé llorando, con una etiqueta en la oreja generalmente utilizada en el ganado, con la pregunta "¿Bebés por encargo?".
En otro cartel, una enorme cabeza de zombi, que se supone representa a un padre fallecido, mira a los transeúntes. Una escuela primaria en Valais decidió cubrirlo porque asustaba a los niños.
Este domingo, los suizos se pronunciaron sobre otra iniciativa, llamada por muchos "Robin Hood", que abogaba por que los ingresos del capital (intereses, dividendos, por ejemplo) se graven 1,5 veces más que a los provenientes del trabajo.
De acuerdo a estimaciones del instituto gfs.bern, los votantes rechazaron por clara mayoría esta propuesta (64,9 por ciento de no), lanzada por la juventud del Partido Socialista, bajo el lema "¡El dinero no trabaja, tú sí!".