Londres. El campeón mundial AMB, OMB y FIB de los pesos pesados, el británico Anthony Joshua, fue batido a los puntos y por unanimidad de los jueces (117-117, 116-112, 115-113) por el ucraniano Oleksandr Usyk, este sábado en Londres ante 60 mil espectadores que animaron al ídolo local.
Usyk, de 34 años, mostró su técnica y vivacidad ante un Joshua, de 31, que no encontró su ritmo para ceder una derrota que aleja su sueño de pelear en un combate de unificación 100 por ciento británico contra Tyson Fury, el campeón WBC, que pelea el 9 de octubre en Las Vegas contra Deontay Wilder.
'Salió como pensaba'
Más ligero y pequeño que su adversario, el challenger ucraniano parecía partir en desventaja en el combate por tres cinturones mundiales.
Pero la realidad fue diferente. Joshua jugaba en casa, ante 60 mil espectadores volcados en el Tottenham Hotspur Stadium, ante un Usyk especialista en batir a rivales como visitante; ya sea en Alemania, Polonia, Rusia, Estados Unidos o Londres, como en su anterior victoria, ante Dereck Chisora.
Usyk subió de los pesos cruzados y se lanzó a los superpesados tras una sola defensa de su título, como en su día hicieron grandes campeones como Evander Holyfield o David Haye. Se une a ellos como los únicos que ganaron el título mundial en ambas categorías.
Su velocidad de brazos y piernas, su técnica y boxeo de zurdo fueron un "combo" imposible de frenar para Joshua, que intentó hacer daño con su poderosa derecha, con menos éxito que su rival.
"El combate salió exactamente como pensaba. A veces me ha empujado, pero nunca demasiado fuerte", señaló Usyk a la televisión Sky Sport.
"Mi objetivo no era lograr un KO. Al principio golpeé fuerte para intentar el KO, pero mi entrenador me pidió parar y simplemente hacer mi trabajo", analizó el nuevo rey del ring.
Joshua dispone de una cláusula para un segundo combate contra Usyk e intentar recuperar sus cinturones, como hizo en diciembre de 2019, tras la primera derrota de su carrera profesional, ante el estadunidense Andy Ruiz Jr, en junio de aquel año.
El balance del británico es ahora de 24 victorias y dos derrotas, mientras que Usyk queda invicto en 19 combates.
Antes de pensar en una revancha o en un nuevo desafío, Joshua deberá digerir esta velada.
Matchroom, el promotor de ambos boxeadores, había organizado una jornada de boxeo a lo grande, con fuegos artificiales y un ambiente de gala para la entrada de Joshua.
Más fresco, activo y preciso
Alrededor del ring, un gran número de deportistas y personalidades, como el cuatro veces campeón olímpico de atletismo Mo Farah, la futbolista internacional inglesa Declan Rice o el actor Idris Elba.
En los dos primeros rounds Joshua intentó buscar la buena distancia. En el tercero fue Usyk, conocido como el gato, el que conectó golpes gracias a su velocidad de golpeo y desplazamiento, tocando a Joshua en la cara con un crochet de zurda a 15 segundos del final.
Hubo que esperar al quinto round para sentir que el ídolo local entraba en el combate. Entonces se mostró más activo y varió sus golpes.
El ucraniano, que competía solamente en su tercer combate en los pesados, se rebeló en el séptimo, haciendo recular a Joshua tras un nuevo crochet, a 40 segundos del final.
En el décimo ambos boxeadores estaban marcados, el ojo derecho de Joshua se cerraba, mientras que la sangre era evidente en un corte en el mismo ojo de su adversario.
Entonces el combate podía bascular de los dos lados, pero Usyk, más fresco, activo y preciso, ganó los dos últimos rounds, dejando al Tottenham Hotspur Stadium estupefacto.