Austin. El gobernador de Texas, Greg Abbott, elogió este viernes una nueva ley que limita aún más el acceso a los fármacos para interrumpir el embarazo, creando una nueva capa de restricciones tras la prohibición casi total al aborto puesta en marcha este mes en el estado.
Las nuevas restricciones, que entran en vigor en diciembre, reducen de 10 a siete semanas el periodo en el que los médicos y clínicas de Texas pueden suministrar los medicamentos para inducir el aborto, y prohíben el envío de las píldoras por correo.
La medida fue adoptada en momentos en que otra ley, conocida como SB8, prohíbe casi todos los abortos en Texas.
Las clínicas para abortos regresaron esta semana a la Corte Suprema federal para pedirle de nuevo que bloquee la SB8. Un juez federal en Austin tiene programado escuchar una demanda que el Departamento de Justicia entabló por separado.
Al inicio de la pandemia de coronavirus, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos redujo, por orden judicial, las restricciones impuestas a las píldoras para el aborto a fin de que pudieran ser enviadas por correo.
Durante una ceremonia de firma de las restricciones más recientes sobre el aborto, realizada en una iglesia en Austin, Abbott dijo que la nueva medida era necesaria en caso de que el relajamiento de las normas federales se volviera permanente.
El aborto mediante medicamentos representa alrededor del 40 por ciento de todas las interrupciones del embarazo en Estados Unidos, y Texas es uno de varios estados gobernados por republicanos que han restringido el acceso a las píldoras.