Ciudad de México. Ante las características complejas del mercado de trabajo mexicano, el autoempleo se ha convertido en un mecanismo de medios de vida sostenible, pero se ha convertido también en una forma de vida precaria, que prevalece en la economía informal y en el sector agropecuario, afirmó Nacional Monte de Piedad.
En México existen 9.9 millones de personas que trabajan por cuenta propia, precisó Alejandra Angarita Chahín, subdirectora de Inversión Social de Nacional Monte de Piedad, quien detalló que las personas con un autoempleo precario reciben un ingreso mensual inferior a dos canastas básicas, equivalente a alrededor de 6 mil pesos.
“Este cálculo, que se realiza en común acuerdo con una alianza con Jóvenes con Trabajo Digno y el Observatorio de Trabajo Digno, se considera que es el ingreso mínimo para vivir y sostener una familia, además en el autoempleo precario el ingreso es insuficiente para que se pueda tener acceso a la seguridad social o algún mecanismo de protección social”, describió Angarita Chahín.
Durante el taller formativo: "¿Cómo funciona la Inversión Social de Nacional Monte de Piedad?", mismo que se enmarca en la ceremonia de entrega del Premio Nacional Monte de Piedad 2021, Alejandra Angarita explicó que existen 13.2 millones de jóvenes, entre 15 y 29 años, excluidos del mercado laboral, así como en condiciones de precariedad de empleo; asimismo, 2.3 millones de personas trabajadoras del hogar que no gozan del ejercicio pleno de sus derechos laborales.
Ante esta realidad, la institución de asistencia privada dedicada al financiamiento social invierte con organizaciones para un trabajo digno; en donde hay dos estrategias fundamentales para el empleo: una vinculada con el incremento de competencia, en donde las organizaciones se encargan de desarrollar las habilidades socioemocionales y empleo de las personas.
Además de una estrategia específica para la inserción laboral de cumplir el rol de intermediarios laborales, sensibilizar al sector privado para tener alianzas y acuerdos con empresas para generar vacantes y puestos de trabajo digno para las personas.
Para el autoempleo, se echan a andar estrategias para mejorar las competencias, al igual que el empleo; y la organización mejora la vinculación con el mercado, al fortalecer los emprendimientos, cooperativas, micronegocios de las personas individuales o en colectivo y que tengan mejor calidad de vida, en donde se busca superar el empleo y autoempleo precario.
Angarita reveló que con estas organizaciones se han apoyado a más de 55 mil jóvenes, 49 por ciento mujeres, 51 por ciento hombres; alrededor de 8 mil trabajadoras del hogar se han apoyado con este programa, en donde 95 por ciento son mujeres, mientras que a casi 16 mil trabajadores por cuenta propia, 54 por ciento son mujeres.
“El resultado de este programa lo medimos a través de indicadores de tasas de inserción laboral, aumento en los ingresos, aumento de competencias”, detalló la especialista de Monte de Piedad.
Asimismo, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe), el porcentaje de trabajadores ocupados en México que ganan hasta dos salarios mínimos (seis de cada 10 empleados) se ha incrementado de manera acelerada en los últimos 14 años, por lo que la precariedad también se muestra en el mercado laboral mexicano.