Buenos Aires. El presidente de Argentina, Alberto Fernández, pidió este jueves que cesen las disputas y resaltó que conducirá al gobierno como lo "estime conveniente" cuando enfrenta una crisis de gabinete tras la derrota electoral del domingo en primarias legislativas.
Cinco ministros y otros altos funcionarios del gobierno, cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, pusieron sus cargos a disposición el miércoles, en lo que los analistas interpretan como una presión para reajustar todo el gabinete. Fernández todavía no ha dicho si aceptará o no esas dimisiones.
Algunos de los ministros que mostraron su disposición a dar un paso al costado fueron Eduardo de Pedro, del Interior; Martín Soria, de Justicia, y Juan Cabandié, de Ambiente.
“La coalición de gobierno debe escuchar el mensaje de las urnas y actuar con toda responsabilidad”, agregó Fernández sobre el traspié electoral que convulsionó el escenario político.
Analistas y miembros del peronismo pidieron el jueves que el presidente argentino Alberto Fernández resuelva a la brevedad sus diferencias con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para evitar que deriven en un debilitamiento aún mayor de la coalición oficialista y una crisis de gobernabilidad.
El presidente se encontraba el jueves en la residencia presidencial sopesando qué pasos tomar ante las renuncias de los funcionarios, que fueron interpretadas como una maniobra de presión de Fernández de Kirchner para que se produzca un cambio en el gabinete y el rumbo económico capaz de revertir la crisis social que influyó en la derrota en las primarias, donde fueron elegidos los candidatos para las legislativas del 14 de noviembre.
En este contexto de turbulencia política, agrupaciones sociales de izquierda se movilizaban por el centro de Buenos Aires en contra lo que consideran políticas de ajuste del gobierno.