Ciudad de México. El régimen de confianza, que propone el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para el próximo año, “atiende lo urgente” —la necesidad de invertir y contribuir al fisco—, pero no es lo bastante ambicioso para sostener el crecimiento de la recaudación en paralelo a los requerimientos de la economía, explicó el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMPC).
Si bien el proyecto busca que 10 millones de personas que actualmente no pagan impuestos se integren a la base de contribuyentes, de ser exitoso sólo tendrá impacto en el corto y mediano plazo, por lo que es necesario una propuesta más amplia, expusieron Diamantina Perales, presidenta del IMCP, y Jesús Alvarado Nieto, titular de la Comisión Fiscal del mismo instituto.
El Régimen Simplificado de Confianza consiste en medidas para facilitar el pago de impuesto sobre la renta (ISR) entre personas que perciban menos de 3 millones 500 mil pesos al año y empresas cuyos ingresos no rebasen los 35 millones de pesos anuales; para estas últimas también aumentan las tasas de deducibilidad en inversiones.
Alvarado Nieto detalló que el régimen de confianza tiene el objetivo de atraer a un mayor número de contribuyentes, entre los que se pueden contar profesionistas y pequeños y medianos empresarios. Pero se descartan algunas deducciones como los donativos o el ahorro para el retiro, a diferencia de las empresas, a las que sí se permitirán algunos descuentos.
Consideró que el aumento en las tasas de deducción en inversión productiva y el que se cobre el impuesto sobre los ingresos efectivamente recibidos y no sobre los devengados son apoyos para pequeñas y medianas empresas, que al final dan alrededor de 80 por ciento del trabajo en el país.