Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó hoy una "invitación abierta" a la ceremonia del grito de Dolores en Palacio Nacional, la noche del 15 de septiembre.
"Estamos viendo quienes pueden estar”, señaló el mandatario en la conferencia matutina.
"Va a ser muy, muy importante; nos va a emocionar a todos, es una fecha histórica que no podemos olvidar. Es grandioso de cómo el cura (Miguel) Hidalgo da el grito de libertad acompañado de un principio, de un propósito fundamental, la justicia", señaló.
El mandatario exaltó la figura del cura Hidalgo, “era excepcional, por eso lo trataron con tanta saña, es nuestro padre de la patria, rebelde, revolucionario que amaba al pueblo.”
Así ponderó otra vez la importancia de la ceremonia de pasado mañana. “Estamos viendo cómo vamos a celebrar. Les aseguro -se dirigió a quienes le siguen en los distintos medios de comunicación-, que cada uno desde sus casas van a poder participar.
Refirió que en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México se determinó dejar una réplica de las pirámides para festejar los 700 años de la fundación de Tenochtitlán, los 500 años de la caída de la capital mexica y los 200 años de independencia. “La noche del 15 de septiembre es la festividad cívica más importante”, remarcó.
También informó que se ha confirmado (sin aportar nombres) la asistencia a México de mandatarios -hacia final de esta semana- para participar en la sesión de la Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños) a celebrarse el sábado 18 de septiembre.
Así su agenda pública se integrará por las festividades del grito el 15 y el 16 en la ceremonia y desfile militar. El sábado 18, la reunión de la Celac y el 19 se izará la bandera monumental en el Zócalo, a media asta, para recordar a quienes perdieron la vida en los sismos de 1985 y 2017.