Nueva York. En dos décadas, la “guerra global contra el terror” ha costado por lo menos 929 mil vidas de manera directa (sin contar los efectos secundarios de este tipo de conflictos), entre ellas las de 7 mil 57 militares estadunidenses, unos 387 mil civiles, y 680 periodistas, según cálculos del proyecto "Costs of War" del Watson Institute de la Universidad Brown (que incluyen cálculos de muertes directas de guerra en Afganistán, Paquistán, Irak, Siria, Yemen y otras zonas).
Se calcula que 38 millones son refugiados de guerra y desplazados.
Pero las consecuencias de la guerra no sólo están sobre el terreno de combate, sino, los daños perdurables de salud mental y del cuidado a largo plazo de decenas de miles de heridos. Por ejemplo, cuatro veces más personal militar activo y veteranos de los conflictos post 11S se han suicidado que los que perecieron en combate (30 mil 177 hasta la fecha).
El gasto federal de Estados Unidos en las guerras post 11S supera 8 billones de dólares [https://watson.brown.edu/costsofwar/].
Otros cálculos son aún más altos, con un total de 21 billones de dólares gastados en militarización externa e interna en los últimos 20 años, según el informe State of Insecurity [publicado por el Institute for Policy Studies. El gasto militar se ha elevado a niveles sin precedente, subrayan, y recuerdan que el aparato militar estadunidense mantiene más de 750 instalaciones en 80 países con unas 220 mil tropas desplegadas de manera permanente en el extranjero. Más aún, el presupuesto para las agencias de control migratorio (ICE y CBP) se han más que duplicado en esos 20 años. [https://ips-dc.org/report-state-of-insecurity-cost-militarization-since-9-11/?emci=055862c1-1f0c-ec11-981f-501ac57ba3ed&emdi=f6455001-d00c-ec11-981f-501ac57ba3ed&ceid=3902414].