Zacatecas. Con una mezcla de rabia y miedo, coraje e indignación a la vez, decenas de habitantes desplazados de su comunidad Ermita de los Correa, debido a la terrible violencia que han sufrido por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, reprocharon al alcalde panista Antonio Aceves Sánchez, la falta de atención al grave problema que enfrentan, no de ahora, sino de meses atrás.
“¡Justicia, justicia!”, le gritó en su cara al edil una mujer campesina, quien rompió en llanto en la sala de sesiones del cabildo del municipio de Jerez, mientras los hombres de ese pueblo, describían un rosario de atrocidades padecidas el pasado fin de semana: “el secuestro de personas, la violación de algunas mujeres, la privación de la libertad de menores de edad, la ejecución de lugareños (…)”
“Los hemos visto a esos delincuentes, traen unas armas muy grandes, pero aun así no creo que el gobierno esté rebasado, no puede ser. Pero también hemos visto cómo la Guardia Nacional va y se asoma” -cuando se produce un ataque de los delincuentes en Ermita de los Correa-, y los militares fingen ir tras ellos “pero caminan (sic) a lo mucho un kilómetro fuera de la comunidad, y se regresan, con una risa hasta acá”. Lo mismo dijo, ocurre con los policías estatales de Zacatecas: “van tres o cuatro patrullas, dan una vuelta ahí al rancho, y se regresan muy contentos, a risa y risa… Y esto pasa en todas las rancherías”, explicó uno de los denunciantes.
“Nos sentimos impotentes, y sí el gobierno no se siente capacitado, por qué no nos hacen el favor y nos sueltan las armas, para que cada quien nos defendamos. El que quiera que le entre y el que no que se salga ¿Pero cómo nos defendemos señor presidente”, mencionó un adulto mayor.
El alcalde panista dijo: “Nosotros estamos igual que ustedes, como municipio no podemos con el crimen organizado”.
Además, explicó que ha recurrido ante las autoridades estatales y federales a pedir auxilio, y no le hacen caso: “Voy solo y me dicen: ‘no tenemos reportes, no tenemos denuncias’”.
“Como presidente municipal no le hacen caso a uno, porque nadie se queja. Yo necesitaba esto (las protestas), y yo hoy, si ustedes me lo permiten, exijo que la parte estatal y la parte federal, vengan aquí a Jerez a darnos la cara, porque ellos son los responsables de todo lo que tiene que ver con los delitos federales”, destacó el alcalde.
Jerez como municipio apenas tiene 48 policías preventivos, “y es una desesperación la que tenemos, porque si yo mando a los municipales, me los matan”, dijo el alcalde. Pero en cambio “el gobierno federal tiene miles y miles de solados, tiene miles y miles de la marina y miles de policías estatales”.
El alcalde del PAN dijo qué la mañana del sábado 4 de septiembre –el día qué hubo mayor violencia y eso obligó a todos los habitantes de Ermita de los Correa a huir de su comunidad-, los militares le comentaron que “todo estaba tranquilo”.
La tarde del lunes, en Jerez, se reunieron algunos integrantes de las 350 familias desplazadas, con representantes de la 11 zona militar de Zacatecas y la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas.
Se acordó que desde este martes, toda una sección del ejército mexicano instalará una “base permanente”, en Ermita de los Correa, para “mantener la vigilancia en la región de la sierra”, informó a través de un escueto comunicado de prensa, el ayuntamiento de Jerez.
Sin embargo, este diario confirmó que para la tarde de este martes, la mayor parte de los habitantes desplazados del lugar y otras doce comunidades rurales de la región serrana de Jerez -que colinda con los municipios de Fresnillo y Valparaíso-, siguen refugiados en la cabecera municipal, e incluso muchos se trasladaron hasta la capital de Zacatecas. No se sienten seguros de regresar.