Sao Paulo. Autoridades de la policía federal y la agencia sanitaria brasileña interrumpieron el clásico sudamericano entre las selecciones de Brasil y Argentina cuando apenas habían transcurrido seis minutos de juego, al investigar el supuesto ingreso irregular de cuatro futbolistas argentinos al país.
Agentes sanitarios llegaron a la línea lateral y se desató un tumulto entre los agentes y jugadores argentinos, que no entendían lo que estaba sucediendo. El partido fue suspendido de inmediato y los jugadores albicelestes entraron al vestuario del estadio Neo Química Arena.
La agencia sanitaria, Anvisa, había notificado el domingo a la Policía Federal por la situación irregular de cuatro jugadores argentinos que se desempeñan en Inglaterra: Gonzalo Martínez, Giovani Lo Celso, Cristian Romero y Emiliano Buendía.
Anvisa dijo que tras ingresar a Brasil, el jueves, los cuatro jugadores debieron haber cumplido con una cuarentena de dos semanas debido a que Inglaterra es uno de los países considerados de riesgo sanitario. Resaltó además que los jugadores no declararon su paso por Inglaterra al entrar al país, y pidió que fueran deportados.
El pedido no evitó que Lionel Scaloni, técnico argentino, eligiera a Martínez, Lo Celso y Romero como titulares para enfrentar a Brasil.