Washington. Una nueva ley que prohíbe la mayoría de las causales de aborto entró en vigor el estado de Texas este miércoles, después de que la Corte Suprema de Estados Unidos renunció a pronunciarse ante una solicitud de emergencia para frenarla.
El presidente Joe Biden juró defender el derecho al aborto tras la adopción de la ley conocida como "Texas Heartbeat Act" (Ley del Latido del Corazón de Texas).
El texto prohíbe el aborto después de seis semanas de gestación - cuando muchas mujeres aún no saben que están embarazadas - sin excepciones por violación o incesto.
"Esta ley extrema de Texas viola flagrantemente el derecho constitucional establecido en el caso Roe vs Wade, mantenido como precedente durante casi medio siglo", dijo Biden en referencia al histórico caso fallado por la Corte Suprema en 1973 que consagró el derecho de la mujer al aborto.
"De forma escandalosa anima a los ciudadanos a demandar a cualquiera que cree que ayudó a otra persona a abortar", dijo el presidente demócrata.
"Mi administración está profundamente comprometida con el derecho constitucional establecido en el caso Roe contra Wade (...) y protegerá y defenderá ese derecho", añadió
El gobernador republicano Greg Abbott firmó en mayo el proyecto de ley que prohíbe el aborto una vez que se puede detectar un latido fetal, lo cual suele darse alrededor de la sexta semana de embarazo.
Si bien ya se han aprobado prohibiciones similares en una docena de estados, hasta ahora todos habían sido bloqueadas en los tribunales para que no entren en vigor.
“Asustados, confusos, enojados”
La asociación Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), Planned Parenthood (Planificación Familiar), el Centro de Derechos Reproductivos y otras asociaciones pidieron el lunes a la Corte Suprema detener la puesta en marcha de la ley por medio de una solicitud de emergencia.
El alto tribunal rechazó pronunciarse sobre la ley antes de la medianoche del 1 de septiembre. No obstante aún puede acceder a la petición de los grupos de defensa de los derechos y de los proveedores de servicios de aborto para detenerla.
Vanessa Rodríguez, directora del centro de contacto de Planned Parenthood of Greater Texas, dijo que los pacientes están "temerosos, confusos, enojados".
"Tenemos que decirles que los políticos de Texas les están quitando el derecho a decidir", agregó.
Amy Hagstrom Miller, jefe ejecutiva de Whole Woman's Health, indicó que una clínica en Fort Worth, Texas, realizó abortos hasta las 11:56 del martes.
"Nuestra sala de espera estaba llena de pacientes", precisó. "Me levanté sintiendo una profunda tristeza". "Estoy entumecida".
Nancy Pelosi, presidenta demócrata de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo que el hecho de que la Corte Suprema no interviniera ha "provocado una catástrofe para las mujeres en Texas".
ACLU declaró que el impacto de la ley será "inmediato y devastador". "El acceso a casi cualquier tipo de aborto ha sido recortado para millones de personas", comentó la asociación.
"Aproximadamente entre 85 y 90 por ciento" de quienes abortan en Texas tiene al menos seis semanas de embarazo, según ACLU.
Los activistas antiaborto celebraron la decisión. "Es un momento histórico en la lucha por defender a mujeres y niños del aborto", dijo Marjorie Dannenfelser, presidente de la ONG Susan B Anthony List.
Otros estados han tratado de promulgar restricciones al aborto pero no han podido hacerlo por el fallo de 1973.
Esa decisión permite el aborto mientras el feto no sea viable, lo que suele ocurrir hacia las semanas 22 a 24 de embarazo.
Cazarrecompensas
La ley de Texas es diferente porque permite a los ciudadanos, en lugar de a los funcionarios estatales como los fiscales o los departamentos de salud, hacer cumplir la prohibición.
Los ciudadanos son incitados a reportar a los doctores que realizan abortos o a quien ayude en el procedimiento.
Esta iniciativa "crea un esquema de caza de recompensas", indicó la ACLU.
"Cualquiera que demande con éxito a un trabajador de un centro de salud, un proveedor de servicios de aborto o cualquier persona que ayude a alguien a acceder a un aborto después de seis semanas será recompensado con al menos diez mil dólares, pagados por la persona demandada", explicó.
La decisión de la Corte Suprema de no intervenir es inusual y envía un "poderoso mensaje", escribió en SCOTUSblog Mary Ziegler, profesor de derecho en la Universidad estatal de Florida.
"No decir nada sugirió que no hay emergencia", dijo.
La Corte Suprema debe ocuparse en las próximas semanas de una ley del estado de Misisipi que prohíbe los abortos después de la semana 15 de embarazo, salvo emergencia médica o una anomalía fetal grave.
Será el primer caso sobre aborto considerado por el máximo tribunal de la nación desde que el expresidente republicano Donald Trump consolidó una mayoría conservadora de seis a tres en el panel de nueve miembros.
Una encuesta publicada el miércoles por NBC, 54 por ciento de los consultados cree que el aborto debería ser legal en todos o la mayoría de los casos, mientras 42% estima que debería ser ilegal.