Ciudad de México. Con la política de precios máximos al gas licuado de petróleo (L.P.), que inició en la primera semana de agosto, se ha disminuido la presión al alza que venían transfiriendo los energéticos a la inflación general, reportó el Banco de México (BdeM), en su Informe trimestral, abril-junio 2021.
Hace unos días, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía informó que en la primera mitad de agosto la inflación general fue de 5.58 por ciento y la no subyacente —donde se reportan los servicios y productos más susceptibles a la volatilidad, entre ellos los energéticos— mostró un alza de 8.08 por ciento.
“De haberse mantenido el precio del gas L.P. en el nivel que registró en la segunda quincena de julio, en lugar de haber disminuido por la política de precios máximos, la inflación general anual se hubiera ubicado en 5.99 por ciento y la no subyacente en 9.78 por ciento”, detalló el BdeM.
Sobre esta política de precios máximos, Alejandro Díaz de León, gobernador del banco central, dijo que “los esfuerzos que se hacen por mantener por los precios en niveles bajos, estables y que sean sostenibles siempre son bienvenidos”.
Respecto a Gas Bienestar —la estatal que busca suministrar gas L.P. para competir con empresas privadas— dijo que si hay un oferente nuevo en el mercado que fortalece la competencia y esto se ve reflejado en el desembolso que hacen las familias, tampoco ve un problema.
El subgobernador del banco, Jonathan Heath, consideró que “puede ser que sí, en el corto plazo” la fijación de precios máximos ayude a reducir las presiones a la inflación, pero la experiencia internacional muestra que a la larga estas políticas pueden crear diversas distorsiones.
Entre ellas la escasez, pero también, como ya ha trascendido en México, que los distribuidores vendan tanques con menos gas de lo que, en teoría, compraron los usuarios, algo que no puede registrar la estdística oficial. Así que “pudiera ser ilusorio” el efecto que ha tenido la fijación de precios al L.P., agregó.
Si bien el Informe Trimestral del banco prevé que con la merma en el precio de los energéticos se dé cierta holgura para que disminuya el índice general de precios, esto no se traduce inmediatamente en la política monetaria.
Díaz de León recalcó que en la actualidad hay una “situación especialmente compleja” en la economía mundial, sin precedente en el tipo de choque y afectación, y en la que todas las variables afectan.