Ciudad de México. La carta compromiso que dio a conocer la titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Delfina Gómez, en la mañanera del jueves pasado no es obligatoria. Si van los niños a la escuela y no llevan la carta, no le hace. Es que aquí todavía debemos enfrentar esta concepción burocrática, autoritaria, que se heredó del periodo neoliberal
, aclaró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Ustedes creen que yo tuve que ver con la carta? ¡Pues no!, fue una decisión abajo. Si me hubieran consultado habría dicho: no, somos libres, prohibido prohibir, pero aún tenemos que terminar de limpiar el gobierno de corrupción, ineficiencias y demoras
, lamentó.
–Específicamente, ¿de quién fue la propuesta de esta carta? –se le preguntó.
–No sé, pero lo digo aquí, porque siempre digo lo que pienso y porque todo esto va ayudando a avanzar en la simplificación, en que se tenga más confianza al ciudadano y no haya tantos trámites, trabas –respondió.
En su exposición abundaron los argumentos en favor del regreso a los salones de clase y reiteró que nadie será afectado en su capacidad de decisión: que nadie se preocupe; es voluntario. ¿No quieren llevar a los niños, a las niñas, a la escuela? No se llevan y no hay ningún problema, seguirá habiendo clases por televisión, por Internet, como si fueran clases presenciales, pero no es lo mismo, eso hay que tenerlo muy claro
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El mandatario respondió a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE): se dialoga con todos –dijo–, y con la CNTE lo hace Delfina Gómez. “Se está abierto a escuchar a todos. Y repito: no es obligatorio, es voluntario. Si hay maestros que no quieren dar clases porque tienen preocupaciones, pues no hay problema. Sostenemos que si estamos en favor de la educación y nos importa, debemos demostrarlo con hechos, porque si no, todo el discurso se vuelve demagogia.
Imagínense un maestro que no cumple con su responsabilidad, ¿cómo va a decir que la educación nos hace libres, que era lo que planteaban el presidente Juárez y los pedagogos más avanzados y progresistas? La educación, decía (Paulo) Freire, como práctica de la libertad.
Así, consideró normal las resistencias: “hay también rechazo a la decisión de regresar a clases. En algunos casos, o muchos, tienen preocupación legítima de que los niños se contagien, y otros, pues se dejan llevar –la verdad– por toda la campaña, que no es contra el regreso a clases, sino contra nosotros, es político.
Es muy importante el retorno a las aulas, las clases presenciales, el que se vuelvan a encontrar los niños en las escuelas. Es una terapia importantísima, socializar experiencias, volver a ver a las amiguitas, los amiguitos, dejar el encierro, dejar de estar sometidos al Nintendo, porque sí afecta.
Así, el Presidente se declaró contrario a la segregación, como ocurriría con los niños obesos que consumen cientos de calorías en los productos chatarra: soy partidario de que todos asistan, todos los que puedan y quieran. No podemos caer en esa discriminación
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Y llamó a los padres a responsabilizarse con la alimentación de sus hijos. Recordó que en Chiapas no son cervecerías, son refresquerías. En Los Altos son mesas para tomar refrescos, y el consumo es altísimo. Entonces, hay que resolver eso
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