Ciudad de México. Con miras al Día Internacional de víctimas de Desapariciones forzadas, colectivos de madres y familiares preparan un conjunto de actividades artísticas alternativas para visibilizar una problemática social creciente en el país.
“Hay que tocar el dolor”, definió Itzel Sánchez, de la organización Técnicas Rudas al presentar Narrativas y Memorias de la Desaparición en México. Será el próximo 30 de agosto cuando se desarrollen este conjunto de actividades culturales para difundir esta problemática en ocasión de esa conmemoración mundial.
“Comenzamos dos aquí en Puebla, tristemente somos ya cien”, dijo María Luisa Niñez, de Voz de los Desaparecidos en Puebla, quien explicó que crear otras formas de difundir una problemática desafortunadamente creciente pretende revertir la indiferencia y el discurso gubernamental que minimiza el problema.
Durante una conferencia para dar a conocer las actividades en diversas entidades, entre ellas, Puebla y Veracruz, Niñez dijo que es otra forma de difundir lo que están viviendo 90 mil familias en el país. Es la desaparición forzada, es la represión a las demandas de las familias, la recriminalización de las víctimas, la criminalización de sus familiares. Mediante el trabajo artístico, cultural, es posible trastocar ese sentido humano que se ha perdido con este fenómeno.”
La creadora y cantante oaxaqueña, Mare Advertencia, explicó que “hay canciones que nunca quisiera haber compuesto. La canción Se busca (que compuso para esa fecha), busca generar empatía para con las familias de desaparecidos en México y concientizar sobre un fenómeno que no es posible ya negar en esta sociedad, pues abarca gran parte del territorio nacional.
Hay que observar en todo el país, la actividad de estos colectivos de familiares en busca de personas desaparecidas. Es una problemática que está creciendo y las familias tienen que organizarse. A nosotros nos toca nombrarlo desde la música, Es una conversación incómoda, no es sencilla, porque no podemos fingir que estamos aisladas”. Aseveró que aun cuando no ha tenido que enfrentar esta situación personalmente, esto no impide tener empatía para con quienes han sido víctimas.