Ciudad de México. Sobre la decisión del regreso a clases presenciales, la Iglesia Católica sostuvo que debe prevalecer el bien superior de todo niño y adolescente. Agregó que es responsabilidad de las autoridades educativas, ya sean del gobierno o de la iniciativa privada, garantizar políticas que protejan a estudiantes, profesores y a todo el personal.
Propuso encontrar soluciones entre todos, explorar alternativas viables, adecuadas y urgentes, según los recursos disponibles de cada familia, así como considerar la gran diversidad de factores que juegan en los diferentes escenarios y en los entornos de cada una de las escuelas del país.
En el editorial del semanario católico Desde la Fe, dijo que el regreso a clases presenciales es una decisión compleja, lo ideal es que se dé pero con una estrategia de cuidados efectivos, con una política educativa adecuada a los nuevos escenarios, con capacitación a los docentes, padres de familia y alumnos.
Indicó que van casi 250 mil fallecidos por Covid-19 en México, son más de 130 mil menores de edad huérfanos de acuerdo a cifras de medios de comunicación. Agregó que apenas alrededor del 20 por ciento de la población tiene el esquema completo de vacunación, y es “importante considerar que el sector más afectado en estos momentos es el de menores de 18 años, particularmente el que tiene enfermedades subyacentes y por supuesto aquellos que no han sido vacunados”.
Además, el riesgo de padecer Covid-19 y agravar aumenta entre quienes “no han logrado comprender cómo cuidarse al no saber cuáles son los mecanismos de contagio y como protegerse de los aerosoles contaminados”.
Señaló que la enfermedad ha tenido un impacto en lo más profundo del seno de muchísimas familias, el cuidado es responsabilidad y derecho inalienable de cada una de ellas, específicamente de los padres de familia.