San Cristóbal de Las Casas, Chis. Detrás de los nacionalismos se esconden no sólo las diferencias, sino, sobre todo, los crímenes y bajo un mismo nacionalismo se cobijan el macho violento y la mujer agredida, la intolerancia heterosexual y la otredad perseguida, la civilización depredadora y el pueblo originario aniquilado, el capital explotador y los trabajadores subyugados, los ricos y los pobres, afirmó la delegación marítima zapatista llamada Escuadrón 421.
Durante un acto realizado en Madrid, España para conmemorar los 500 años de la caída de Tenochtitlan, dijo a nombre de las comunidades zapatistas, que “las banderas nacionales ocultan más de lo que muestran, mucho más”, y “pensamos eso porque nuestro empeño por la vida es mundial. No reconoce fronteras, lenguas, colores, razas, ideologías, religiones, sexos, edades, tamaños, banderas”.
Por eso, agregó, “la nuestra, es una Travesía por la Vida”, al tiempo de señalar que “el dolor de la tierra, de la naturaleza, también se ha unido al nuestro. Y aquí podemos estar o no de acuerdo. Podemos decir que no es cierto, que las pandemias se terminarán, que las catástrofes cesarán, que el mundo, que nuestra vida en el mundo, volverá a ser como antes. Aún cuando ese ‘antes’ era y es de dolor, destrucción e injusticia. Nosotros, los pueblos zapatistas, pensamos que no. Que no sólo no volverá a ser como antes. Que se va a poner peor”.
Sostuvo que para las comunidades zapatistas el responsable de estos males es el capitalismo y “también decimos que sólo con la destrucción total de ese sistema será posible que cada quien, según su modo, su calendario y su geografía, habrá de levantar otra cosa. No perfecta, pero sí mejor”.
El Escuadrón 421 manifestó que “el Estado Mexicano y sus gobiernos no nos reconocen como nacionales de esa geografía. Somos extraños, extranjeros, indeseables, inoportunos en los mismos suelos que fueron cultivados por nuestros antecesores”.
Destacó que “lo ridículo de todo eso es que, quienes nos oprimen ahora, pretenden tomar el papel de nuestros ‘libertadores’”.
Para el Estado Mexicano, abundó, “somos ‘extemporáneos’. Eso dice el acta de nacimiento que, después de muchos gastos y viajes de nuestros poblados a las oficinas del mal gobierno, logramos obtener. Y lo hicimos para poder llegar hasta ustedes. Pero no hemos llegado hasta acá para quejarnos. Ni siquiera para denunciar al mal gobierno que padecemos. Sólo les decimos esto, porque es ese mal gobierno el que le ha exigido al Estado Español que pida perdón por lo ocurrido hace 500 años. Deben comprender que, además de ser un sinvergüenza, el mal gobierno de México es también ignorante de la historia. Y la tuerce y acomoda a su conveniencia”.
Aseguró que “los malos gobiernos que cada quien padecemos en nuestras geografías” son “sólo capataces, empleados obedientes de un criminal mayor”.
Subrayó que “quienes formamos el Escuadrón Marítimo Zapatista y que nos conocen como el Escuadrón 421, hoy estamos frente a ustedes, pero sólo somos el antecedente de un grupo más grande. Hasta 501 delegados. Y somos 501 sólo para demostrarles a los malos gobiernos que vamos delante de ellos. Mientras ellos simulan un festejo falso de 500 años, nosotros, nosotras, nosotroas, vamos ya en lo que sigue: la vida”.
Añadió que “en el año 501 habremos de recorrer los rincones de esta tierra insumisa. Pero no se preocupen. No vendrán los 501 delegados y delegadas de un jalón. Sino que por partes irán llegando. Ahora mismo, en las montañas del Sureste Mexicano, se está preparando la compañía zapatista aerotransportada a la que llamamos ‘La Extemporánea’ y que está formada por mujeres, hombres, niños y niñas zapatistas”.
Recordó que con la compañía aerotransportada viajará también una delegación del Congreso Nacional Indígena-Concejo Indígena de Gobierno y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua. “Todas, todoas, todos han padecido para conseguir papeles y vacunas. Se han enfermado y se han aliviado. Han tenido hambre y han estado lejos de sus familias, sus comunidades, su tierra, su lengua, su cultura”.
Remarcó: “Pero todos, todas y todoas están animados y entusiasmados por llegar a encontrarles. Pero no es en actos grandes, sino que en los lugares donde ustedes resisten, se rebelan, luchan. Tal vez a alguien le parezca que nos interesan los grandes actos y el impacto mediático, y así valoren los éxitos y fracasos. Pero nosotros hemos aprendido que las semillas se intercambian, se siembran y crecen en lo cotidiano, en el suelo propio, con los saberes de cada quien”.
Afirmó que “el mañana no se gesta en la luz. Se cultiva, se cuida y se nace en las sombras inadvertidas de la madrugada, cuando la noche empieza apenas a ceder terreno. Los terremotos que sacuden la historia de la humanidad empiezan con un ‘ya basta’ aislado, casi imperceptible. Una nota discordante a mitad del ruido. Una grieta en el muro”.