Ciudad de México. Al conmemorar los 500 años de resistencia indígena, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió perdón a las víctimas de la ocupación europea, resaltó que la conquista fue un rotundo fracaso e hizo un llamado a no repetir ese tipo de invasiones.
En el Zócalo capitalino, consideró ocioso volver a la vieja polémica sobre si los pueblos originarios de Mesoamérica eran bárbaros. Pero sí hay asuntos que deben aclararse en la medida de lo posible, señaló.
Ante integrantes de su gabinete y la Jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, el mandatario dijo que la pregunta obligada es si la matanza de miles de indígenas de Cholula, en el Templo Mayor, en la toma de Tenochtitlan y los asesinatos de Moctezuma, Cuauhtémoc y otras autoridades indígenas, trajeron civilización a las tierras que Hernán Cortés bautizó como la Nueva España.
¿Valieron la pena tantas muertes, tanto pueblo arrasado, saqueado y quemado, tantas mujeres violadas, tantas atrocidades ordenadas por Cortés?, preguntó el mandatario, al destacar que la respuesta es un "no" categórico.
En términos civilizatorios, puntualizó que la conquista fue un rotundo fracaso si se toma en consideración la muerte de millones de personas y que la acumulación de capital para la corona española no fue significativa. El oro que se llevaron en tres siglos de dominación (182 toneladas) es equivalente en la actualidad a sólo dos años de lo obtenido por las empresas mineras nacionales y extranjeras.
López Obrador añadió que la conquista y la colonización son signos de atraso, no de civilización ni de justicia.
También resaltó que nada justifica imponer por la fuerza un modelo económico, social o religiosos en aras del bien de los conquistados o con la excusa de la civilización.
Conquistas, guerras, invasiones siempre serán un riesgo para la humanidad, agregó al subrayar que hombres de Estado y políticos no deben olvidar estas lecciones que surgen de amargas realidades.
“Ojalá todos hagamos el compromiso” de no repetir los mismos errores y horrores. Hay que poner fin a anacronismos y atrocidades, y decir nunca más una invasión, una ocupación o una conquista, enfatizó.