Ámsterdam. Un tribunal holandés rechazó este jueves los reclamos de activistas ambientales contra los organizadores del primer Gran Premio de Fórmula 1 del país desde 1985 por amenazar especies en peligro de extinción como el sapo corredor y el lagarto de arena.
La F1 tiene previsto volver el 5 de septiembre al pintoresco circuito de Zandvoort, situado entre la costa holandesa y una gran reserva natural a unos 25 kilómetros al oeste de Ámsterdam donde espera aprovechar al máximo la popularidad del piloto holandés Max Verstappen en los Países Bajos.
Los activistas ambientales habían exigido que se anularan los permisos para la expansión de la pista, ya que afirmaron que los constructores destruyeron preciosas reservas de dunas donde viven y se reproducen estos sapos y lagartos.
Sin embargo, el tribunal dijo que todos los permisos están en orden, ya que la molestia para los animales es solo temporal y no afecta al impacto social y económico esperado del Gran Premio.
"Se trata de un evento deportivo con una de las audiencias más grandes del mundo (...) que probablemente proporcionará un impulso económico para Zandvoort y el circuito", señaló el tribunal.
Los activistas indicaron que apelarán la decisión, pero es poco probable que se escuche el caso antes del primer fin de semana de septiembre.
Para que la carrera pudiera celebrarse, los organizadores tuvieron que modernizar y expandir drásticamente su obsoleta pista, construir nuevas carreteras de acceso a través de las dunas y gradas adicionales para acomodar a los más de 200 mil espectadores esperados.
Sin embargo, queda por ver cuántos podrán acceder realmente a la pista, ya que las reglas de Covid-19 aún solo permiten audiencias limitadas en los eventos. Las normas actuales están vigentes hasta el 1 de septiembre y se espera que el primer ministro, Mark Rutte, las aclare el viernes.