Tokio. El canadiense Andre de Grasse por fin es campeón olímpico en 200 metros dejando atrás la sombra de Usain Bolt al que jamás venció.
El velocista del país de la hoja de maple, quien ya había conquistado el bronce en Tokio en la prueba de 100 metros, logró el único color de medalla olímpica que le faltaba en su palmarés, ya que en Río 2016 también había conseguido una plata en 200 y un bronce en el hectómetro en las pruebas en que reinó el Relámpago jamaicano.
De Grasse mejoró el récord de su país al cruzar la meta con 19.62 segundos y convertirse en el octavo hombre más rápido de la historia, superando a dos estadunidenses en la lucha por las medallas.
Kenneth Bednarek se quedó con la plata tras firmar su mejor registro personal, 19.68 segundos, y Noah Lyles, campeón del orbe en 2019, terminó tercero con 19.74.
Erriyon Knighton, el miembro más joven del equipo masculino de atletismo de Estados Unidos, con 17 años, fue cuarto con 19.93.
Andre, canadiense que disputó su primer sprint con un pantalón de baloncesto y spikes prestados, puso fin a una sucesión de agónicas derrotas. El velocista de 26 años lloró por su triunfo. Es la primera vez que me pongo tan emotivo en la pista. Siempre me quedaba corto, ganando bronce y plata, así que es muy satisfactorio poder adueñarme de la medalla de oro. Nadie me la podrá quitar
.
Al fin llegó su turno para que se cubriera de gloria, luego de dos platas y seis bronces en Juegos Olímpicos y Mundiales desde 2015, para ser el segundo canadiense desde la victoria de Donovan Bailey en los 100 metros de Atlanta 1996.
Kenia hace el 1-2 en 800
En su estreno olímpico, el keniano Emmanuel Korir se quedó con el título en 800 metros con un crono de 1:45.06, ampliando el do-minio de la nación de África oriental en una prueba que ha ganado cuatro veces consecutivas.
Su compatriota Ferguson Rotich hizo 1:45.23 para colgarse la plata y Patryk Dobek con 1:45.39, el bronce, la primera medalla olímpica de Polonia en la distancia y la primera en una prueba individual de atletismo desde 1980.
La vecina Uganda también celebró a lo grande en los 3 mil metros obstáculos con el triunfo de la joven Peruth Chemutai en 9:01.45, récord de su país. Es la primera atleta femenina en lograr un título individual en la cita veraniega y la tercera áurea en la historia de su nación.
La estadunidense Courtney Frerichs (9:04.79) se quedó con la plata, y la keniana Hyvin Kiyeng, subcampeona olímpica en Río 2016, fue bronce (9:05.39).
Nowicki gana en martillo
Wojciech Nowicki se proclamó monarca en lanzamiento de martillo con una mejor marca personal de 82.52 metros, mientras Pawel Fajdek (81.53) ganó el bronce para que Polonia lograra el 1-3, divididos por el noruego Eivind Henriksen, quien también estableció un registro para su país al dejarlo en 81.58.
Nowicki, quien terminó tercero en los Juegos de 2016 y tiene tres medallas de bronce mundiales, fue dominante desde el principio.
Monarca mundial llega cojeando a la meta
La candidatura olímpica de la campeona mundial de heptatlón Katarina Johnson-Thompson terminó abruptamente, cuando se desplomó en la pista durante la prueba de 200 metros, meses después de sufrir una lesión en el tendón de Aquiles. La británica ganó la eliminatoria de vallas y superó los 1.86 metros en el salto de altura antes de caer en la cuarta prueba, agarrándose el tobillo derecho, mientras los voluntarios le ofrecían una silla de ruedas para sacarla de la pista.
Johnson-Thompson les hizo un gesto de rechazo, se levantó con valentía y se dirigió cojeando a la línea de meta mientras los pocos espectadores del Estadio Olímpico le aplaudían.
La holandesa Anouk Vetter lideró el primer día de competición, mientras la belga Noor Vidts fue segunda y su compatriota, la defensora del título olímpico Nafissatou Thiam, tercera.