Alrededor de 200 integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se apostaron este martes en el estacionamiento del aeropuerto Francisco J. Múgica, ubicado a unos 21 kilómetros del centro histórico de Morelia, Michoacán, para exigir a la administración que encabeza el perredista Silvano Aureoles que se paguen a unos 32 mil empleados del sector educativo estatal la segunda quincena de julio y prestaciones.
Los manifestantes llegaron a la terminal aérea en decenas de vehículos que partieron del primer cuadro de Morelia. El dirigente de la CNTE en Michoacán, Gamaliel Guzmán, quien encabezó la movilización, indicó que el gobierno del estado le informó que pagará el 12 de agosto a sus agremiados –quienes aseguran que les adeudan 3 mil 500 millones de pesos– y consideró que no hay justificación para el retraso.
Una vez en el estacionamiento del aeropuerto, los inconformes realizaron un mitin sin afectar los 11 vuelos diarios. Advirtieron que sus protestas continuarán hasta que les entreguen salarios atrasados, bonos y prestaciones.
En tanto, afiliados al Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (Suspeg) mantuvieron ayer en su poder, por segundo día consecutivo, las oficinas de la Secretaría de Finanzas y Administración estatal en los municipios de Acapulco, Chilpancingo, Ometepec, Tlapa, Arcelia, Chilapa, Zihuatanejo, Teloloapan, Iguala y Taxco para demandar que les depositen los pagos correspondientes al fideicomiso Plan Flexible.
Alejandro Reyes, secretario general de la sección 47 del Suspeg, dio a conocer que el lunes hubo en Chilpancingo un acercamiento entre autoridades estatales y la dirigencia sindical, pero no se llegó a acuerdos.
Destacó que el gobierno del priísta Héctor Astudillo debe 450 millones de pesos al Plan Flexible por aportaciones derivadas de descuentos a los trabajadores por préstamos de corto plazo. Añadió que de seis meses a la fecha no ha habido depósito alguno
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