Ciudad de México. En su primera participación pública como responsable de la finanzas públicas de México, Rogelio Ramírez de la O, anunció una reducción en estimado de crecimiento de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para 2021. Se prevé un avance de 6 por ciento en la actividad económica, por debajo del 6.5 por ciento adelantado por su predecesor Arturo Herrera Gutiérrez.
“La encomienda que me dio el presidente de la República al proponerme como Secretario de Hacienda es profundizar y consolidar la transformación del proyecto económico que el país inició en diciembre de 2018” y en ese sentido, “en el corazón del proyecto económico se encuentra el combate a las desigualdades y la pobreza. Como dice el presidente López Obrador, por el bien de todos, primero los pobres”, declaró ante la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados.
En la comparecencia, durante la cual no dejó de portar un cubrebocas, dijo que además mantener las políticas de estabilidad macroeconómica, austeridad y combate a la elusión fiscal, su proyecto al frente de la secretaría busca reforzar cuatro aspectos.
El primero, contribuir a la inserción laboral con seguridad en unidades económicas de todo tamaño; el segundo, trabajar con otras Secretarías para promover prácticas comerciales en igualdad de oportunidades, “que nos lleven a una menor dependencia de mercados externos y mayor consumo local”.
El tercero, “apoyar todas las acciones del Ejecutivo conducentes a lograr precios equilibrados en toda la cadena productiva”; y por último coadyuvar a mejorar las condiciones de los negocios, simplificando los trámites y los costos para apertura y operación; es decir, procurar la reducción de costos administrativos y regulatorios para quienes inicien y operaren negocios.
Con esta pauta recalcó que el Paquete Económico a presentarse el próximo 8 de septiembre será “equilibrado y responsable, con una profunda dimensión social, que buscará un desarrollo social incluyente, dotando de mayores oportunidades a los más desfavorecidos”. Y en él también habrá ajustes al marco tributario del país.
En este punto Ramírez de la O reiteró: “el presidente está firme en su postura de no aumentar las tasas de impuestos ni crear nuevos” porque hay margen para destinar de manera más eficiente el gasto sin hacer una reforma que recaiga en contribuyentes que desde ahora cumplen.
“Simplificación”, resumió el economista, sobre el eje que irán los ajustes tributarios. Recalcó que se busca el cumplimiento de las obligaciones y que éstas no se puedan esconder a través de esquemas poco transparentes; al tiempo que se eliminan barreras a nuevos contribuyentes.
En el balance macroeconómico recalcó que se seguirá una “estricta política de estabilización de la deuda como proporción del PIB”. No superar los techos de endeudamiento aprobados por el Congreso y en general “no gastar lo que no se tiene”.
“La crisis derivada por el Covid-19 ha hecho patente la importancia de reforzar la vocación social del Estado y el fortalecimiento de los mecanismos de protección social que ayuden a combatir las desigualdades y la pobreza, al mismo tiempo que se impulsa el desarrollo productivo de la economía nacional”, agregó.
En ese sentido, el gasto público seguirá orientado a priorizar la protección social y se seguirá la política de austerida. “No pueden operar estructuras públicas onerosas con las desigualdades de México”, zanjó.
Agregó que la banca de desarrollo, además de usarse para la entrega directa de apoyos sociales, servirá para apuntalar los proyectos de infraestructura en el país. También para la inversión se buscarán esquemas responsables de asociación con la iniciativa privada e incluso un tercer paquete de obras que está por anunciarse incluirá proyectos energéticos.