San Cristóbal de Las Casas, Chis. Los habitantes de 86 comunidades indígenas y 18 barrios que desde el lunes mantienen el control de la cabecera municipal de Pantelhó, ayer endurecieron las medidas; colocaron una cadena metálica en el bloqueo que instalaron a cuatro kilómetros del poblado, sobre la carretera que comunica con San Cristóbal.
Armados con palos y machetes, no permitieron el acceso a periodistas que pretendían ingresar a la cabecera municipal, que los inconformes mantienen en su poder desde el 26 de julio, cuando quemaron una veintena de casas y varios vehículos, además de que saquearon tiendas.
Manifestaron que el jueves acordaron permitir que las personas, mestizos principalmente, que viven en la cabecera pueden salir del pueblo si lo desean.
De hecho, se observó que a una familia que se dirigía a San Cristóbal le autorizaron que se fuera en su automóvil con propiedades; lo que no se permite es el ingreso a la localidad.
Además, se observa que cerca de un kilómetro de distancia de donde está el bloqueo, están acampados decenas de elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la policía estatal, a la expectativa, pero sin acercarse.
El sacerdote Marcelo Pérez Pérez, párroco del vecino municipio de Simojovel, quien forma parte de la comisión mediadora integrada por la diócesis de San Cristóbal, comentó que los pobladores de las 86 comunidades y los 18 barrios sostendrán una asamblea el próximo martes, al tiempo que se comprometió a crear las condiciones
para que se permita el acceso a los reporteros.
Dijo también que los inconformes le comentaron que verían la forma para que reabran las tiendas que están cerradas desde el lunes cuando se apoderaron de la cabecera.
El conflicto en Pantelhó se agravó el 7 de julio, cuando el grupo llamado Autodefensas del pueblo El Machete irrumpió en la cabecera para “expulsar a los sicarios narcotraficantes” que en los últimos 20 años han asesinado a unas 200 personas, entre ellas al ex dirigente de la organización Sociedad Civil Las Abejas, Simón Pedro Pérez López, de un balazo, el pasado 5 de julio.
Después de tomar la cabecera, los autodefensas emboscaron el 8 de julio a militares y policías, el saldo fue de nueve uniformados heridos de bala, además de dos de sus integrantes lesionados.
Desde el 26 de julio pasado, los inconformes ocuparon la alcaldía e hicieron replegarse unas tres cuadras a los soldados y policías que mantenían el control de la comunidad desde el día 7 del mismo mes.