Tokio. Elaine Thompson-Herah batió el sábado el récord olímpico establecido por Florence Griffith Joyner hace 33 años en los 100 metros femeninos, señalando hacia el marcador incluso antes de cruzar la meta con un registro de 10.61 segundos.
Thompson-Herah revalidó el oro conseguido en Río hace cinco y comandó un podio totalmente jamaiqiono. En los Juegos de Seúl 1988, la estadunidense Griffith Joyner había parado el crono en 10.62.
Thompson-Herah superó a su principal rival, Shelly-Ann Fraser-Pryce, por 0.13 segundos. Shericka Jackson, que se cambió al hectómetro para los Juegos de Tokio, se quedó con el bronce.
Ninguna campeona olímpica había bajado de los 10.7 desde la época de Flo Jo. Thompson-Herah no estaba seguro de que podría hacerlo al aproximarse a la meta. Pero “sabía que había ganado”, dijo.
“El señalar, la verdad no sé que significa. Para mostrar que estaba primera", dijo.
Es la primera vez que Jamaica monopoliza un podio desde que las mujeres lo hicieran en Beijing 2008, una gesta que quedó eclipsada por una histórica carrera de Usain Bolt en la misma semana.
Pero no se puede subestimar a las jamaiquinas, que tienen un historial de victorias en pruebas de velocidad más largo que el de sus compatriotas. Fraser-Pryce, que terminó primera en aquella carrera en 2008, completó el sábado su propio podio olímpico en los 100 metros, donde ahora tiene dos oros (2008 y 2012), una plata y un bronce (2016).
Fraser-Pryce y Thompson-Herah también podrían batirse en los 200 metros, donde Thompson-Herah defiende también su título.
Desde hace meses, la prueba se perfilaba como una de las más rápidas. En junio, Fraser-Pryce registró el cuarto mejor tiempo de la historia con 10.63 segundos.
Y cuando las corredoras llegaron a Japón, descubrieron una pista rápida en el Estadio Olímpico. En las semifinales, todas las jamaiquinas bajaron de los 10.8 segundos para entrar en la lista de los 10 mejores registros en la historia olímpica.
Entonces, llegó el turno de Thompson-Herah para hacer historia.
Las marcas de Flo-Jo tiene más años que prácticamente todas las velocistas en la élite femenina, salvo Fraser-Pryce, quien nació unos 18 meses antes. Pero su récord mundial, los 10.49, sigue vigente y ninguna mujer ha logrado bajar nunca de los 10.6.
Fraser-Pryce llegó pensando que podría ser ella, y cuando acabó segunda, lanzó una mirada de incredulidad antes de mirar al marcador con el rostro impertérrito y las manos en las caderas.
Thompson-Herah no se sorprendió. Iba mirando a la izquierda, hacia el reloj, a medida que se acercaba a la meta. Y lo señaló antes incluso de cruzarla, conjurando el recuerdo de Bolt, quien en 2008 celebró 10 metros antes de terminar que había rebajado la mejor marca mundial masculina a 9.69.
“Creo que hubiera sido más rápida de no haber puesto a señalar y celebrar, la verdad que sí", dijo Thompson-Herah. “Pero te indica que tengo para más. Ojalá que algún día pueda sacar ese tiempo”.