Ciudad de México. El mundo “post-Covid está incrementando la mendicidad entre niñas, niños y adolescentes, y la aumentará en adultos, derivada de trabajos forzados o no”, afirmó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández.
Al inaugurar el foro de “Las actividades formativas a la trata, 48 días de acción”, llamó a las organizaciones de la sociedad civil, empleadores, empresarios, sindicalistas y a la sociedad en generar, a sumarse en una alianza de esfuerzos para erradicar el trabajo infantil.
Llamó asimismo a observar el trabajo forzoso y la mendicidad, como una de las vertientes en las que podría sumarse el factor del crimen y la delincuencia organizada, para que las políticas públicas y las intervenciones sean las adecuadas.
El trabajo infantil es definido como cualquier actividad remunerada o no remunerada que realicen los niños y limite el ejercicio de otros derechos, como el de la educación o salud, pero “es difícil catalogar de qué es el trabajo familiar y por lo tanto formativo”.
Se ha estado documentando, dijo, lo relacionado con trabajo infantil neto y con explotación, que también corresponden al núcleo familiar, pero el “no tener claras las diferencias podría llevarnos a criminalizar a quienes realizaron labores que no son erradicables”.
La emergencia sanitaria ha provocado una vinculación entre precariedad económica, familiar y trabajo, como lo ha señalado la Organización Internacional del Trabajo y tendríamos que hacer políticas públicas para apoyar a las familias para que esto no suceda.
Hoy, afirmó, se tiene que replantear toda nuestra agenda a partir de lo que el Covid-19 nos está dejando y nos va a dejar, como el erradicar el trabajo infantil, pues los ritmos cambian, pero la agenda permanece.
Así que, “tendríamos que estar trabajando: toda la incursión del enganchamiento partir de las redes sociales, sobre todo en donde la población infantil y adolescente es sumamente vulnerable”, señaló.