Las Cinamas, El Salvador. Juan Francisco Sandoval, el ex jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) reconocido nacional e internacionalmente por su labor anticorrupción, ha abandonado el país por temor a su integridad.
Sandoval, quien fue destituido en la víspera por la fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras, ingresó a territorio salvadoreño para resguardar su seguridad el viernes a la medianoche, sin dar detalles sobre su destino final.
Sandoval es el quinto operador de justicia que ha abandonado el país en menos de tres años a causa de las investigaciones anticorrupción que realizó.
“Tristemente se convierte en una dinámica que tenemos que vivir muchos servidores públicos en Guatemala simplemente por no ser útiles para un régimen”, dijo Sandoval.
Acompañado por el procurador de Derechos Humanos, Jordán Rodas; el embajador de Suecia en Guatemala, Hans Magnusson; activistas de derechos humanos y un equipo de la AP, Sandoval llegó a la frontera de Las Chinamas entre Guatemala y El Salvador, ubicada a 120 kilómetros de la capital guatemalteca.
“Desde donde esté voy a seguir trabajando por el pueblo de Guatemala, más que por seguridad me voy para no darle gusto a quienes hacen de la supervivencia de un régimen de expoliación de los recursos del estado su modo vivendi", subrayó Sandoval.
Miles de personas externaron su rechazo por la decisión de Porras a través de las redes sociales y otras salieron a las calles.
El sábado, cientos de personas protestaron frente al Ministerio Público portando carteles con frases como “Consuelo de los corruptos”, “Yo apoyo al Fiscal Sandoval” y “Fuera corrupta”, en referencia a la fiscal general. La policía ha desplegado a cientos de sus agentes frente a las instalaciones de la Fiscalía y del Palacio Nacional donde se ha convocado a otra protesta.
Tras su destitución, Sandoval reveló en conferencia de prensa que creía que una de las razones por que se le destituía del cargo eran los avances que realizó en una investigación que involucra a altos funcionarios del actual gobierno del presidente Alejandro Giammattei, quien ha dicho públicamente que Porras es su amiga, y a quienes la fiscal estaría protegiendo.
Porras señaló en un comunicado de prensa que la remoción se debía a “constantes abusos y frecuentes atropellos a la institucionalidad del Ministerio Público” y agregó que hubo un “irrespeto” hacia ella, aunque no explicó a qué se refería ni presentó evidencias.
Sandoval es considerado una de las personas clave en el desmantelamiento de más de 60 estructuras criminales y contribuyó, junto con la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad (CICIG), con un organismo de Naciones Unidas para llevar ante la justicia al expresidente Otto Pérez Molina y a miembros de su gabinete por actos de corrupción.
En un mensaje a la prensa, Sandoval aseguró que la fiscal se habría interpuesto en varios casos que investigaba su oficina, al no autorizar las acciones penales necesarias para avanzar.
“Nunca nos arrepintamos de haber visto al crimen a los ojos”, declaró en un comunicado. “La justicia, aunque tarde, prevalecerá”.
Funcionarios del gobierno de Estados Unidos reaccionaron de inmediato a la destitución.
Julie Chung, subsecretaria interina de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, calificó la salida de Sandoval como un “retroceso significativo en el estado de derecho” que fomenta las percepciones “de un esfuerzo sistemático para socavar a quienes son conocidos por su lucha contra la corrupción”.
Samantha Power, directora de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés) catalogó la decisión de destituir a Sandoval como “escandalosa” en su cuenta oficial de Twitter.
“Como destaqué en mi visita el mes pasado, la independencia de #FECI es una prueba esencial del compromiso de Guatemala con el estado de derecho. El despido de parte de la fiscal general Porras del defensor anticorrupción Juan Francisco Sandoval es una medida escandalosa. El pueblo guatemalteco se merece algo mejor”, escribió Power.
Iván Velásquez, extitular de la CICIG, que dejó de operar en 2019 por decisión del expresidente Jimmy Morales, aseveró que la destitución era un “acto arbitrario, ilegal y delictivo”. Morales fue quien designó a Porras fiscal general.
“Es urgente que la comunidad internacional lo proteja de inmediato”, dijo Velásquez.
La fiscal bloqueó en varias ocasiones que la FECI pudiera arrestar o solicitar el retiro de inmunidad de funcionarios de gobierno o exfuncionarios, empresarios y otros investigados por corrupción.
Uno de los casos más sonados fue el del magistrado Néster Vásquez. La fiscal no autorizó que se le solicitara el retiro de inmunidad sino hasta un día después que éste fuera juramentado como magistrado constitucional y obtuviera protección.
El jueves, Porras removió del cargo a otro fiscal y en su lugar designó a la fiscal Cinthia Monterroso, quien tiene en su haber varios procesos penales y administrativos por presuntamente abusar de su cargo para pedir información de personas que no son procesadas ni investigadas por la fiscalía.
Porras nombró a Carla Isidra Valenzuela a cargo de la FECI en sustitución de Sandoval.
La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris, que visitó Guatemala en junio, dijo que Sandoval era elemental para continuar la lucha contra la corrupción en el país centroamericano, lo que considera una de las causas de la migración.