Ciudad de México. Los 13 obispos de la provincia de Xalapa, lamentaron que el Congreso estatal “esté a merced de las tendencias ideológicas” pro aborto y se pronunciaron por “seguir trabajando a favor de la vida, del bienestar integral de la familia veracruzana, de una educación sexual integral y de una salud materno-infantil verdaderamente plena e integral”.
Los obispos católicos de las ocho diócesis de Veracruz, entre ellos Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa y los obispos Eduardo Carmona Ortega, de Córdoba; Rutilo Muñoz Zamora, de Coatzacoalcos y Carlos Briseño Arch, de Veracruz, señalaron que siguen con “preocupación la dolorosa situación que enfrenta nuestro pueblo ante los estragos prolongados que ocasionan la pandemia, la inseguridad y la crisis económica”.
Y ahora a esos “embates, se han venido a sumar nuevas amenazas y agravios a la vida de los veracruzanos, particularmente hacia los mas débiles y desprotegidos” y dijeron estar “consternados” al ver “el camino que algunos legisladores acaban de tomar en favor de la cultura de la muerte”.
Advirtieron que con “imposiciones ideológicas y leyes de muerte” -en referencia a la despenalización del aborto hasta la doceava semana de gestación en la entidad-, “en vez de quitar un peso de encima a un pueblo duramente castigado por la pandemia, se pone sobre sus hombros una carga que lo lastima en su ser más profundo, en su esencia, en su identidad, en sus convicciones y valores: en su propia espiritualidad”.
Aseguraron que “la despenalización del aborto daña en su esencia el tejido social mandando un mensaje perjudicial a las propias mujeres, a los niños y a los jóvenes de que se puede instrumentalizar y desechar la vida por cualquier motivo” y alertaron que “sin el respeto al derecho a la vida desde su inicio, nadie más estaría seguro en este mundo”, y es que “el día de mañana la ideología y el movimiento que respalda estas acciones puede considerar que no son dignos de vivir otras personas, sea por su ancianidad, o por razón de su religión, de su raza, o de su forma de pensar”.
Insistieron en criticar la actuación de los lesgisladores veracruzanos. “Desdice mucho de lo que se espera de un cuerpo legislativo tan importante, el hecho de que la sesión haya cerrado las puertas y oídos a agrupaciones que pretendían exponer algunos puntos de vista desde las ciencias jurídicas, médicas y sicológicas necesarias a considerarse en temas como los implicados en las mencionadas reformas.
“Los legisladores tienen la obligación ética de estar bien informados y de escuchar el clamor de la población que los eligió y atender sus verdaderas y urgentes necesidades”.
Así mismo dijeron que ven “con pena que no se prestó atención a los motivos que orillan a una madre embarazada a considerar el aborto. El aborto no soluciona ninguno de los problemas de las madres que están gestando, las sigue exponiendo a la violencia y a posibles nuevos abusos: solo las convierte en madres de un hijo muerto”.
Aseveraron que “el pueblo de Veracruz y nuestros feligreses creen profundamente en la vida como un verdadero don de Dios, la aprecian y la respetan; comprenden que, frente a las adversidades que tienen muchas mujeres durante su embarazo, son necesarias acciones de bien e instituciones sólidas que las protejan, las cuiden a ellas y a la criatura en su seno”. De acuerdo a los prelados “el aborto legalizado simplemente destruye una vida y afecta sensiblemente a la madre. Los legisladores de Veracruz y el movimiento al que pertenecen, se apresuraron a votar aprovechando el estado emocional que vive nuestro pueblo e impusieron el aborto en Veracruz, condenando a nuestro estado y a las próximas generaciones a una mayor violencia y descomposición social”.