Ciudad de México. La propuesta fiscal que ha venido esbozando la autoridad es “recaudatoria a corto plazo”, no apunta a un proyecto que genere resultados por más tiempo y en el que se tenga en el panorama la inversión y el crecimiento económico sostenido, explicó Diamantina Perales, presidenta del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP).
En la conferencia mensual de la asociación recordó que —de acuerdo con declaraciones de la jefa del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Raquel Buenrostro,— una esperada reforma fiscal en esta administración quedará en una miscelánea que promoverá la simplificación tributaria, con algunos cambios en la redacción de leyes, y medidas para evitar la evasión y elusión fiscal.
Sin embargo, reiteró Perales, todo el diseño económico —que idealmente debe implicar un crecimiento sostenido, aumento de empleo, entre otros aspectos— pasa por la parte fiscal. En ese sentido el IMCP presentará — junto al Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas y la Asociación Nacional de Abogados de Empresa— una propuesta de reforma que no sólo se atenga a cobrar adeudos pendientes y lo que se vaya generando.
El proyecto a presentar, a menos de dos meses de que se entregue el Paquete Económico 2022, se centrará en propuestas que generen “una reactivación económica importante, una mayor tributación (...) una recaudación sostenida”, abundó Perales. Sostuvo que entre mayor impulso económico se promueva con la política fiscal, mayor será la recaudación en el mediano y largo plazo. Todo se resume en que “los adeudos se terminarán”, recalcó.
La presidenta del IMCP comentó algunas propuestas. Dijo que con el combate a la informalidad de manera efectiva “se tendrán ingresos suficientes para no tocar el impuesto al valor agregado (IVA)”. Sin embargo, a excepción de una canasta básica y medicinas, sí se podrían gravar algunos alimentos que son consumidos por la población de mayores ingresos.
También se pronunció por mantener la tasa reducida en las zonas francas de las fronteras, donde la tasa del impuesto sobre la renta (ISR) es de 20 por ciento, no de 30 como en el resto del país, y la de IVA de 8 por ciento, a diferencia del 16 que es general en la mayor parte del territorio.
Agregó que a su vez se podría aumentar la tasa marginal máxima del ISR, que se encuentra en 35 por ciento, mientras en otras economías de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) alcanza hasta 50 y 60 por ciento; disminuir la tasa de ISR corporativo, dar deducibilidad completa en las cuotas de seguridad social y evaluar los impuestos al patrimonio, por mencionar algunos.
En el mismo encuentro, Sergio Flores, presidente del Colegio de Contadores Públicos de Guadalajara, detalló que el impuesto mínimo global a corporativos que aprobó el Marco Inclusivo convocado por la OCDE se traducirá en beneficios para México.
La tasa mínima —acordada en 15 por ciento hasta el momento— ayudará a desincentivar a las empresas que mueven subsidiarias a países de baja tributación; y a la vez promoverá que los firmas paguen impuestos donde generan ganancias y no dónde les sale más barato hacerlo, dado la cláusula de reasingar parte de la utilidad.
Agregó que México tiene una tasa de 30 por ciento y no parece que vaya a haber una reducción de ésta para acercarla al mínimo global, pero el país sigue siendo atractivo apara la inversión por su ubicación geográfica y su entrada al mercado de América del Norte.
También dijo que la propuesta coordinada a través de la OCDE traerá beneficios en materia de economía digital, dado que estas empresas han crecido sin la regulación adecuada.