Ciudad de México. La Iglesia católica pidió a las autoridades fomentar el deporte, pues dijo, es una apuesta por un verdadero desarrollo de la personalidad, que ayuda a proteger a los jóvenes de la violencia y vicios que hoy, sostuvo, hieren en los profundo a México.
“En el ámbito del deporte sabemos que hacen faltan más y mejores instalaciones, becas para que puedan compaginar el deporte con estudios; apoyo económico a atletas de alto rendimiento, campañas para promover el deporte, más espacios públicos para practicarlo, entre muchas otras cosas”.
En su editorial del semanario Desde la fe, indicó que cada cuatro años, los Juegos Olímpicos son una gran oportunidad para que el deporte llegue a millones de personas, en especial a niños, adolescentes y jóvenes, quienes ven en los mejores atletas del mundo ejemplos positivos de vida, y en el propio evento, , un escenario inigualable donde conviven valores universales como la paz, el amor, la tolerancia, el respeto, la transparencia, el reconocimiento al esfuerzo ajeno y el sueño de superación personal, en los planos físico y espiritual.
Recordó que la delegación mexicana participará en los Juegos Olímpicos de Japón, con un selectivo grupo que ha llevado su desarrollo y preparación a niveles extraordinarios, “pero ¿cuántos jóvenes en México tienen esas mismas posibilidades de desarrollo? Seguimos estando en deuda con ellos. No hemos sabido acompañar ni crear condiciones para hacer realidad los ideales de más rápido, más alto y más fuerte que inspiran a los atletas que buscan competir en las olimpiadas”.
Señaló que al contrario, “para hacer cosas más rápidas, en ocasiones las hemos hecho sin calidad o mal hechas; por querer hacer para ellos las cosas más ´altas´, a veces se vuelven costosas e inaccesibles, y por querer ofrecer las cosas más ´fuertes´, en algunos casos las hemos hecho toscas, brutas y sin calidad”.
Por ello, unos días del inicio de las competencias, la Iglesia Católica hizo un llamado para que los Juegos Olímpicos sean una oportunidad de voltear a ver a los jóvenes y escuchar sus respuestas a las preguntas ¿Qué buscan? ¿Qué les preocupa? ¿Qué necesitan? ¿Qué es lo que nos gritan? Para trabajar junto con ellos.