Singapur presentó este miércoles una de las plantas flotantes de energía solar más grandes del mundo, con una superficie equivalente a unas 45 canchas de fútbol.
Fueron instalados en total 122 mil paneles solares en el embalse de Tengeh. Éstos permitirán producir la electricidad necesaria para alimentar a las cinco plantas de tratamiento de aguas de Singapur.
Éste es uno de los mayores emisores per cápita de gases de efecto invernadero en Asia. Y, la muy pequeña área de terreno disponible plantea un enorme desafío para el desarrollo de proyectos de energías renovables.
Es la razón para instalar centrales eléctricas en alta mar o embalses. Esta planta flotante de energía solar puede generar hasta 60 megavatios de electricidad y reducirá la emisión de dióxido de carbono equivalente a siete mil automóviles circulando en carretera, de acuerdo a Sembcorp Industries y la Agencia de gestión del agua de Singapur, PUB, socios en este proyecto.
Singapur también ha desarrollado granjas solares en el estrecho de Johor, que lo separa de la península de Malasia, y otras en tierra.
La ciudad-estado, amenazada por el aumento del nivel del agua de los mares a causa del cambio climático, es consciente de la urgencia de reducir las emisiones de CO2, pero observadores calificados consideran sus esfuerzos hasta ahora algo tímidos.
El gobierno singapurense dio a conocer en febrero pasado un “Plan Verde”, que prevé la plantación de árboles, la reducción del volumen de residuos enviados a los vertederos y el aumento del número de puntos de recarga para coches eléctricos.
También prevé cuadriplicar la producción de energía solar, hasta alcanzar 2 por ciento del consumo en 2025, y 3 por ciento en 2030, lo que equivale a las necesidades de 350 mil hogares por año.