Ciudad de México. En el contexto de las protestas, la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, llamó a no caer en agresiones ni en confrontaciones que no abonan a una solución y consideró que se deben escuchar las demandas.
En un mensaje precisó que “la violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana, que costará mucho trabajo superar, por eso invitamos a todos a no incentivar la situación de crisis, sino con serenidad de espíritu y buena voluntad, ejercitar la escucha, la comprensión y la actitud de tolerancia, que tenga en cuenta y respete al otro para juntos buscar caminos de una justa y adecuada solución”.
En el escrito, que compartió con La Jornada el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, obispo emérito de San Cristóbal de las Casas los prelados cubanos, detallaron que “no se llegará a una solución favorable por imposiciones, ni haciendo un llamado a la confrontación, sino cuando se ejercite la escucha mutua, se busquen acuerdos comunes y se den pasos concretos y tangibles que contribuyan, con el aporte de todos los cubanos sin exclusión, a construir la patria con todos y para el bien de todos”.
Recordó que el papa Francisco ha mencionado que “las crisis no se superan con el enfrentamiento, sino procurando un entendimiento”.
Expuso que en el contexto de “las restricciones por el aumento de contagio con el Covid-19 y, a pesar de ello, salieron a las calles miles de personas en ciudades y pueblos de Cuba, protestando públicamente, expresando su malestar por el deterioro de la situación económica y social que vive nuestro pueblo, y que se ha acentuado de manera significativa”.
Refirió que es entendible que el gobierno, encabezado por el presidente Miguel Díaz-Canel, “tiene responsabilidades y ha tratado de tomar medidas para paliar las referidas dificultades, pero también comprendemos que el pueblo tiene derecho a manifestar sus necesidades, anhelos y esperanzas y, a su vez, a expresar públicamente cómo algunas medidas que han sido tomadas le están afectando seriamente”.
Llamaron a aportar para superar la situación. “Es necesario que cada persona aporte su creatividad e iniciativa y que cada familia trabaje por su propio bienestar, sabiendo que cuando eso ocurre, se está trabajando por el bien de la nación”.
Precisó que los obispos consideran que debe haber respuesta a las inquietudes. “En estos momentos, como pastores nos preocupa que las respuestas a esos reclamos sea el inmovilismo que contribuye a dar continuidad a los problemas, sin resolverlos. No solo vemos que las situaciones se agravan, sino, también que se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas, con consecuencias impredecibles que nos dañarían a todos”.