Ciudad de México. La marca con base en Detroit, Michigan, que se caracteriza por el enorme poder que desarrollan los motores de sus vehículos con una herencia que supera cien años, forma parte integral del plan de transformación hacia la movilidad eléctrica que recientemente anunció Stellantis en su EV Day 2021 en Amsterdam.
Con la descomunal potencia del Charger (807 hp) y el Challenger (797 hp) como estandartes para esta firma, Tim Kuniskis, CEO de Dodge, anunció que en 2024 lanzarán el primer muscle car eléctrico en la historia, mediante el slogan “para destrozar el asfalto, no el planeta”.
Acorde a la imagen de esta firma estadounidense, comenzó la presentación con la frase: “Dodge no venderá vehículos eléctricos; Dodge venderá eMuscle americanos”. Abundó aclarando que lo anterior podría sonar a matizar o suavizar el sentido real de este proceso, pero no es así, porque los clientes de Dodge compran una experiencia, no una tecnología.
Añadió que sus productos atraen a los más jóvenes y a la más diversa gama de clientes en la industria con una gran concentración de millennials, que representan el 25 por ciento de toda la población de Estados Unidos, y tiene el mayor poder adquisitivo de todas las generaciones, además al mismo tiempo componen la tasa más grande de aceptación de vehículos eléctricos.
"Actualmente el perfil de los clientes de Dodge habilita la llave para traer a otros amantes de los muscle cars de hoy hacia los eléctricos de mañana", apunta el CEO de la marca. La tecnología de los eléctricos mejora los atributos que más le importan a su mercado objetivo, asunto que no desentona con la fórmula que han seguido por más de una década, sobre la mejora continua de los motores Hemi.
"Cada incremento de caballos de fuerza, se ha visto reflejado en un aumento de participación de mercado" dijo Kuniskis, al tiempo que se refirió al grupo de ingenieros de Dodge, como uno que está consciente de que los motores eléctricos pueden sumar en términos de que, es una tecnología que puede brindar a los clientes una ventaja, así que la marca tiene la obligación de asumirla.
Reiteró metafóricamente que no venderán autos eléctricos, sino motores más rápidos y mejores porque Dodge no ve la movilidad eléctrica como una revolución, más bien como una evolución natural del muscle car moderno.
Este paso representa un reto descomunal para toda la estrategia de electrificación de los productos en las diferentes marcas de Stellantis, particularmente en el caso de Dodge porque el grueso de los simpatizantes del nicho de los muscle cars es purista en su máxima expresión, así que la aceptación de esta nueva tecnología en términos del gusto tradicional de sus consumidores de mayor arraigo, es un enigma.
Aunque no se puede dejar de lado el hecho de que las nuevas generaciones son más afines con el objetivo hacer a la industria más amigable con el planeta, sin abandonar en ningún momento la adrenalina que produce el poder bestial de los vehículos de esta tradicional firma nacida en el vecino país del norte.