Ciudad de México. La Cruz Roja Mexicana puso a prueba este sábado a sus Equipos de Búsqueda y Rescate en una estructura colapsada en la Ciudad de México.
El escenario pudo ser cualquiera, un derrumbe o un sismo, pero el simulacro recreó la ardua labor, el incansable esfuerzo y la puntual coordinación entre el personal de rescate de las distintas instituciones. En esta ocasión, los cuerpos de emergencia rescataron a 26 víctimas.
“El ejercicio consiste en instalar un puesto de mando unificado con una estructura organizacional. Lo que se busca es que trabajemos de manera conjunta cinco equipos” de distintas instituciones de rescate, comentó Guido Sánchez Coello, director de escuadrón de rescate y urgencias médicas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Este simulacro, destaca, “son oportunidades muy valiosas para nosotros porque permite a los equipos poner en práctica los conocimientos y es una constante capacitación”.
Refiere que es un ejercicio que por lo menos realizamos cada año. “Estamos en contacto con las constructoras y cuando accede, aprovechamos para mantener al personal, herramientas y equipos en óptimas condiciones para que cuando tengamos un escenario real seamos eficientes en las operaciones de rescate”.
Fortalecer los mecanismos de coordinación entre las instituciones de rescate y mejorar la labor de los equipos de búsqueda es el objetivo principal de este ejercicio que, con seriedad y disciplina, se lleva a cabo, para el rastreo, localización, rescate y asistencia de personas afectadas por el siniestro, apunta la Cruz Roja.
La institución participa con 75 especialistas de rescate (USAR, por sus siglas en inglés), seis binomios caninos, 10 vehículos y 20 voluntarios de las áreas de capacitación y enfermería, quienes laboraron durante 36 horas de manera continua en un complejo de edificios, ubicado en la calle Salamanca y Durango, en la Colonia Roma.
También apoyan elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, Marina Armada de México, Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas, Bomberos de la Ciudad de México y la Unidad de Búsqueda Canina de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Son decenas de personas totalmente equipadas las que realizan trabajos d remoción de escombros, cortes de muros, vigas de metal y madera, así como apuntalamientos utilizando equipo hidráulico y de alta tecnología.
La célula de rescate se topa con uno de los posibles obstáculos que pudieran presentarse en una situación real: 50 centímetros de grosor de concreto han complicado el intento desesperado para rescatar a una persona que se encuentra al otro lado del muro, por lo que tenemos “que buscar otra opción para penetrar en menor tiempo”.
Cristian Luna, paramédico e integrante del grupo de rescate, explica que la manera en que debe realizarse una maniobra de este tipo debe ser con un corte “en triángulo”. De esta manera se distribuye el peso y “así evitamos que colapse la pared”.
Los binomios caninos también trabajaron en la ubicación de personas entre los escombros y los equipos USAR llevaron a cabo una atención integral de rescate.
Julio Alejandro Velazquez Rodríguez, coordinador de la Unidad Canina de la dirección general de análisis, protección y seguridad de la UNAM, explica que el momento en que intervienen los binomios caninos es entre una segunda y tercera etapa en una operación de búsqueda y rescate.
Es decir, una vez que la comunidad se va al sitio y comienza a rescatar a las personas, y después de que ya en forma los equipos especializados comenzaron a operar.
Velazquez Rodríguez explica que cuando la estructura de escombros ya es tan densa que solamente por un resquicio de algún punto, el perro extrae el aroma de la persona. Específicamente, añade, lo que más detecta el perro es el CO2 que nosotros respiramos; los perros realizan un marcaje positivo y rescatan a personas todavía vivas.
Detalló que los periodos de trabajo dentro de una estructura en un escenario real, no deben exceder los 30 o 20 minutos. Y si las condiciones atmosféricas son exigentes con calor, “tendríamos que reducirlas a 10 minutos porque algo que tenemos como peligro para un perro es un golpe de calor”. Se trata de evitar que entre en un estado de shock y dejarlos descansar”.
Por eso también es bueno tener más unidades caninas para hacer relevos y lograr una mejor operación.
La Cruz Roja reiteró la importancia de participar en los simulacros ante desastres que organizan las autoridades y tener preparado un plan de emergencia familiar, con el objetivo de disminuir riesgos ante cualquier emergencia.