Puerto Peñasco, Son. Decenas de habitantes de esta localidad participaron en el rescate de una ballena que quedó varada alrededor de las seis de la mañana en la playa El Mirador, en el norte de la entidad.
Durante unas cuatro horas, voluntarios y rescatistas aplicaron el protocolo 59 para la protección de especies marinas, que consiste en mantenerla hidratada y sin estrés mientras sube la marea para que pueda regresar a aguas profundas.
Provistos de cubetas, los pobladores acarrearon agua de mar para mantener hidratada a la ballena y que pudiera respirar; otros colocaron toallas y cobijas mojadas sobre su cuerpo. Asimismo, removieron cerca de 10 toneladas de piedra para formar un canal y luego que la marea alcanzó a cubrir al cetáceo, de cinco toneladas y 10 metros de largo, unos 70 hombres la empujaron hacia el mar.
Cuando por fin la ballena se desplazó por las cálidas aguas del Mar de Cortés, bufó un par de veces y se adentró al mar. Ciudadanos, turistas y rescatistas celebraron con gritos y aplausos.
Elementos de la Secretaría de Marina, Protección Civil y Bomberos, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, el gobierno municipal y elementos de la zona federal marítimo-terrestre ayudaron a mover al cetáceo, que se acercó a la orilla del mar en busca de alimento y quedó atrapado.
En entrevista, Humberto González Véliz, biólogo marino de Puerto Peñasco, explicó que la ballena varada era de la especie Balaenoptera physalus, de sexo masculino, de 11 meses de vida y sana, lo que permitió que su rescate se realizara rápido y con éxito.
Es una experiencia inigualable porque la respuesta fue rápida, el llamado corrió de inmediato por todo el puerto. Es raro que en estas fechas y con temperaturas de 30 grados en el mar las ballenas anden circulando
, detalló. Los avistamientos ocurren en febrero y marzo.
González Véliz concluyó que, debido a la temporada de mareas vivas, el retorno de la ballena se ejecutó con éxito.