Puerto Peñasco, Son. Con el protocolo 059 para la protección de especies marinas, una ballena varada a la orilla de la playa de Puerto Peñasco fue rescatada por decenas de ciudadanos que se encontraban en el lugar, elementos de la Secretaría de Marina, Protección Civil y Bomberos acudieron al lugar para coadyuvar con la remoción del cetáceo al Mar de Cortés.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 6:00 horas de este miércoles en la playa El Mirador del municipio de Puerto Peñasco al norte de Sonora, cuando ciudadanos que pasaban por el lugar se percataron que la especie de cinco toneladas se encontraba varada, tras acercarse a la orilla de mar en su intento por cazar alimento.
Durante unas cuatro horas, voluntarios y agentes rescatistas activaron el protocolo de 059 para la protección de especies marinas que consiste en realizar acciones para mantenerla hidratada y sin estrés, mientras subía la marea. Ahí unos cien voluntarios comenzaron a acarrear agua de mar en cubetas para que la ballena pudiera respirar, otros colocaron toallas y cobijas mojadas alrededor de su cuerpo.
Asimismo, los rescatistas se removieron cerca de 10 toneladas de piedra para formar un canal y luego que la marea alcanzó a cubrir completamente al cetáceo, unos 70 hombres entre ellos ciudadanos y agentes rescatistas la empujaron hasta devolverla a las agua del Mar de Cortés.
En entrevista para La Jornada, Humberto González Veliz, biólogo marino de Puerto Peñasco, platicó que la especie es una ballena de aleta balaenoptera physalus de sexo masculino con 11 meses de vida, una especie juvenil y sana lo que permitió que su rescate se realizará rápido y con éxito.
“Una experiencia inigualable porque la respuesta fue rápida, el llamado corrió de inmediato por todo el puerto, es raro que en estas fechas y con la temperatura de 30 grados que registra el mar, las ballenas anden circulando”, detalló y aclaró que los meses de febrero y marzo son cuando se presentan los avistamientos.
González Veliz, dijo que el protocolo 059 apunta que nadie, ni biólogos marinos, ni veterinarios están autorizados a manipular a la especie antes de que suba la marea.
Cuando la ballena se desplazó con una longitud aproximada de 10 metros, bufó un par de veces y fluyó hasta adentrarse en el mar, los presentes, ciudadanos, turistas y colaboradores de diversas instituciones celebraron su logro con gritos y aplausos.
Añadió que debido a la temporada de mareas vivas, el retorno de la ballena se ejecutó con éxito con la participación de unos cien colaboradores además de autoridades federales de la Marina, Profepa, Gobierno Municipal y Zoofemat.