Ciudad de México. Senbazuru, que en español significa “mil grullas”, es una antigua leyenda japonesa que cuenta que a aquel que doble mil grullas de papel se le concederá el deseo que más anhele su corazón. Esta tradición tomó fuerza gracias a Sadako Sasaki, una niña de años que vivía a poco más de un kilómetro Hiroshima, donde cayó la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial el 6 de agosto de 1945, dañando a más de 129,000 personas.

Sadako Sasaki, tenía dos años cuando cayó la bomba. Diez años más tarde y como consecuencia de la radiación que dejó la bomba, Sadako enfermó gravemente y los médicos le diagnosticaron una enfermedad terminal. Fue entonces cuando su amiga le contó la historia de las grullas de papel: “Sadako, si deseas algo con mucha fuerza y pliegas 1.000 grullas de papel, los dioses te concederán ese deseo que tanto anhelas”. Su deseo no era solo sanar, sino que terminaran las guerras y todo el mundo pudiera vivir en paz.

Tristemente, falleció antes de concluir sus mil grullas de papel, así que sus amigos y familiares decidieron terminar el Senbazuru que Sadako había comenzado. Fue así como las grullas de papel se convirtieron en un símbolo para pedir por la paz del mundo

Desde entonces, la consigna de crear grullas de papel se traduce en un símbolo de paz, y cada año Mazda dona miles de estas al Parque Conmemorativo de la Paz en Hiroshima -Japón, enalteciendo este lugar con los deseos de bienestar para el mundo.

Las grullas de papel por la paz

Sadako fue internada a consecuencia de la leucemia adquirida por la radiación. Dentro del hospital, conoció a una amiga que le contó la leyenda de las mil grullas de papel. Esta historia cuenta que al construir esa cantidad de grullas, se cumple un deseo, y sin pensarlos dos veces Sadako comenzó a hacer sus grullas, incluso cuando se quedó sin papel, continuó con empaques de comida, servilletas de papel, etc.

Desafortunadamente Sadako falleció cuando llevaba 644, sin embargo, sus compañeros de la escuela completaron las 1,000 grullas en honor a su amiga.

Así, en 1958, fue construida una estatua dedicada a Sadako Sasaki, pidiendo por la paz en el mundo y se ha vuelto una tradición el llevar grullas de papel, siempre con el mismo objetivo: la paz.

Desde el año pasado Mazda de México se unió a la convocatorio que lanzó Mazda Corporation a todas las regiones del mundo para enviar grullas de papel como símbolo de paz pero, sobre todo, como unión y trabajo de un solo equipo. Es así como nuestro equipo en México se conformó por toda la red de distribuidores, nuestra planta en Salamanca, personal de las oficinas centrales y la fundación Reinserta, logrando la cantidad de 17,352 grullas de papel, siendo así, la región que envió más de la mitad del total de grullas en el 2020.

Este año, la marca japonesa en nuestro país fue más allá, y su objetivo no fue únicamente superar nuestra meta, sino trabajar en equipo y poder retribuir un poco a la sociedad, inspirando a que, a través de compartir un poco sobre la cultura japonesa, pudiéramos hacer una donación a la fundación del distribuidor que más grullas realizara.

“Gracias al esfuerzo y dedicación de todos los equipos de trabajo, este año enviamos 236,942 grullas de papel en 210 cajas. Grullas elaboradas por la red de distribuidores, socios de negocio, Reinserta y la planta en Salamanca. Y en esta ocasión la fundación beneficiada fue el CRIT de Occidente con la cantidad de 50,000 pesos, gracias al esfuerzo de Mazda Galerías quienes elaboraron la mayor cantidad de grullas (43,256)”, comento la empresa en un comunicado.

El trabajar como One Mazda es algo que siempre nos ha caracterizado, es por eso por lo que Mazda México destaca por la pasión y el esfuerzo de su gente. Esta pasión es la que todos los días pueden ver en nuestro piso de ventas y talleres y que estamos seguros se ve reflejado en la satisfacción de nuestros clientes.