Brasilia. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, criticó este domingo las protestas contra su gobierno que se realizaron la víspera en varias ciudades del país, asociándolas a los disturbios registrados durante la dispersión de uno de los actos, en Sao Paulo.
El mandatario, que enfrenta una presión creciente por sospechas de irregularidades en la negociación de vacunas anticovid, compartió en sus redes sociales videos y fotos de un pequeño grupo que según la policía vandalizó una agencia bancaria y paradas de ómnibus cuando la manifestación en Sao Paulo, que transcurrió durante varias horas de forma pacífica, se estaba dispersando.
Las protestas en Rio de Janeiro, Brasilia y otras capitales estatales también transcurrieron en general de forma pacífica, en la tercera jornada de manifestaciones contra el gobierno.
"Este tipo de gente quiere volver al poder mediante (...) fraude", tuiteó Bolsonaro junto a un video en el que manifestantes encapuchados se enfrentan con la policía a la entrada de una estación del metro, arrojando piedras y palos.
"Recuerden: nunca fue por salud o democracia, siempre fue por el poder", había dicho el mandatario la noche del sábado al publicar otras fotos de los enfrentamientos.
Según la Policía Militar de Sao Paulo, un policía y un agente de seguridad del metro resultaron levemente heridos.
La corte suprema de Brasil autorizó el viernes que la Fiscalía General investigue a Bolsonaro por supuestamente estar al tanto y no denunciar sospechas de irregularidades en la negociación de vacunas anticovid por parte del Ministerio de Salud.
Las sospechas de corrupción salieron a la luz en las audiencias más recientes de la Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) del Senado Federal, que investiga posibles omisiones del gobierno en la gestión de la pandemia.
Brasil, con 212 millones de habitantes, acumula más de 520 mil muertes por Covid desde el inicio de la pandemia, según cifras oficiales.
En promedio, el país registró mil 550 fallecimientos por día en la última semana y el porcentaje de personas vacunadas con una segunda dosis ronda el 12 por ciento.