Ciudad de México. Morena festejó el tercer aniversario del triunfo electoral de 2018 con un acto en el que refrendaron su respaldo e impulso al proyecto de la transformación. Dirigentes, y candidatos ganadores en las elecciones del pasado 6 de junio se pronunciaron por la unidad, no caer en excesos de confianza, y no fallarle al pueblo, aunque no faltaron las muestras de descontento hacia el Comité Ejecutivo Nacional que encabeza Mario Delgado.

En el acto desarrollado en el Auditorio Nacional al que se permitió un aforo del 40 por ciento de su capacidad, el dirigente nacional del partido emitió un mensaje en medio de constantes abucheos y consignas en su contra por parte de un sector de los asistentes, entre los que se encontraban, además de gobernadores, diputados federales y senadores, militantes que fueron convocados de distintas partes del país.

Por su parte, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum se llevó aplausos, expresiones de respaldo y fue vitoreada como “presidenta, presidenta”.

Acudieron casi todos los gobernadores en funciones y electos de las 17 entidades en las que ganó el partido guinda. Sólo faltó Jaime Bonilla, de Baja California; Miguel Barbosa, de Puebla, y los futuros gobernadores de Michoacán y Guerrero.

También se dieron cita integrantes del gobierno federal y del gabinete de la Ciudad de México, quienes estuvieron en las primeras filas del recinto.

Desde el momento en que Mario Delgado, último orador de la noche, tomó el micrófono, se escucharon abucheos y silbidos desde las zonas donde se encontraban los militantes. Por momentos, también se mezclaron con porras para el dirigente partidario.

La silbatina fue tal que los gobernadores electos, con Sheinbaum al frente, se pararon al instante para arropar a Delgado Carrillo y se colocaron a su alrededor hasta concluyó su discurso.

El morenista sostuvo que para tratar de frenar la cuarta transformación, los conservadores le apostaron a las campañas de odio y complicidades con algunos medios e intelectuales, pero fracasaron.

“Los enemigos de la transformación están allá afuera, y no dudarán en aprovechar o fomentar la discordia y las intrigas para debilitarnos. Los conservadores anhelan un movimiento dividido pues saben que no pueden derrotarnos, porque lo que nos hace diferentes a ellos es que luchamos por causas, por ideales; no por puestos ni privilegios”.

Los convocó de nueva cuenta a estar unidos “en torno a ese luchador incansable que es el presidente Andrés Manuel López Obrador”

Reiteró que el fin último del movimiento es la revolución de las conciencias y la transformación del país.

Convocó a los morenista a “un proceso de reorganización fraterno, solidario y ejemplar. Debemos nuevamente abrir la afiliación a la ciudadanía, y llamar a la conformación de comités para la defensa de la cuarta transformación, además de renovar nuestras estructuras organizativas. Debemos reconocer errores y aciertos y corregir de inmediato”.

Por su parte, la Jefa de Gobierno fue quien se llevó los aplausos de entre los ocho oradores que participaron. El respaldo obligó a Delgado Carrillo a levantar la mano de la mandataria capitalina.

En su discurso, Sheinbaum resaltó que pese al brote conservador contra Morena, el movimiento triunfó a nivel nacional, "pero también hay que decirlo, aquí en la Ciudad de México se ensañaron con una campaña sucia que tuvo eco en algunos sectores de la población".

Pero también, reclamó: "hay que decirlo; hubo un exceso de confianza y falta de unidad, así como otros factores externos que provocaron el resultado electoral". Agregó que bajo ninguna circunstancia se puede bajar la guardia y se debe ubicar dónde están los adversarios.