Madrid. El presidente español, el socialista Pedro Sánchez, acordó ayer con el mandatario catalán recién electo, el independentista Pere Aragonés, reactivar la mesa de diálogo
entre ambos gobiernos para hallar una solución al conflicto político que persiste en la región.
Sánchez y Aragonés se reunieron en Madrid después de que el gobierno español indultó a políticos catalanes que cumplían condena por su participación en la declaración de independencia de Cataluña de 2017, pero también enfrentan una resolución del Tribunal de Cuentas que reclama una fianza de más de 5.4 millones de euros a 41 líderes catalanes que integraron un red exterior
de 2011 a 2017 para financiar la secesión.
Entre los líderes independentistas que deberán pagar la fianza, bajo riesgo de sufrir el embargo de sus bienes, están los ex presidentes Carles Puigdemont y Artur Mas, el ex vicepresidente Oriol Junqueras y el ex consejero Raúl Römeva.
Aragonés se convirtió en el primer presidente de la Generalitat de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), tras las elecciones autonómicas del pasado 14 de febrero, después de una difícil negociación con otros dos partidos independentistas, Junts per Catalunya (JxCat) y los anticapitalistas de Candidatura de Unidad Popular (CUP).
Sánchez recibió a Aragonés en la escalinata de la casa de gobierno español, el Palacio de La Moncloa, para una reunión de dos horas en la cual acordaron reactivar la mesa de diálogo, con miras a resolver el conflicto en Cataluña. Aragonés solicitó una ley de amnistía que anule las condenas de los políticos juzgados por el Tribunal Supremo y que se levante la orden de aprehensión contra los líderes catalanes refugiados en otros países, entre ellos Puigdemont.
Sánchez y Aragonés resolvieron crear una mesa de trabajo en la que se abordará el actual Estatuto de Autonomía de Cataluña y negociar las inversiones que se acometerán desde el Estado en la región, sobre todo en infraestructuras y en políticas sociales para paliar la crisis económica y sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus. En este punto se negociarán los fondos que proceden de la Unión Europea (UE), que sólo en el primer paquete superarán los 70 mil millones de euros.
A su salida del encuentro, Aragonés reconoció que su postura y la de Sánchez están alejadas en cuanto a independencia de Cataluña, sobre todo por el rechazo de Madrid a un referendo vinculante sobre la secesión. La posibilidad de un proceso así no está contemplado en la Constitución española, por lo que sería necesaria una reforma. Los mandatarios coincidieron en profundizar en el diálogo
y la negociación
para encontrar una salida.