Las lluvias provocadas por el huracán Enrique –que la tarde de ayer se degradó a tormenta tropical– causaron destrozos en carreteras de Michoacán y Colima, así como graves daños en las regiones poniente y centro de la primera entidad, donde la 43 Zona Militar aplicó el Plan DN-III desde la noche del domingo, y junto con la población y Protección Civil estatal quitó escombros, rescató a familias que estaban en zonas de peligro, recuperó vehículos averiados y limpió viviendas en los municipios de Coahuayana y Lázaro Cárdenas. En esta demarcación se anegaron el mercado municipal y decenas de casas por el desbordamiento del río Acalpican.

En tanto, la Guardia Nacional activó su Plan GN-A en Colima, Guerrero y Michoacán, y se mantuvo en alerta en Jalisco y Nayarit. Mientras, la Secretaría de Marina (Semar) rescató en la colonia La Joya y el poblado La Villita, ambos en Lázaro Cárdenas, a 64 damnificados a quienes envió a albergues.

El meteoro dejó estragos mayores en más de 200 kilómetros de la costa michoacana. Lázaro Cárdenas fue el municipio que padeció las más graves afectaciones. La inundación en pasillos del mercado principal alcanzó 50 centímetros de altura, precipitaciones destruyeron restaurantes tradicionales a la orilla de la playa, y arroyos desbordados arrastraron incluso refrigeradores (https://twitter.com/lajornadaonline/status/ 1409365760611397632).

La autopista Siglo XXI, que comunica Lázaro Cárdenas con Morelia, se desgajó entre la caseta Santa Casilda y la desviación a Apatzingán. La vía fue reabierta hace tres semanas, luego de ser reconstruida por una grieta ocurrida a la altura de la presa Francisco J. Múgica.

Asimismo, la coordinación de Protección Civil michoacana informó que en la entidad hay 210 viviendas dañadas, cayeron dos postes de servicios y 86 árboles, el río Acalpican salió de cauce y 115 mil personas se quedaron sin servicio de energía eléctrica.

Igualmente, un joven desapareció luego de meterse al mar en la playa Faro de Bucerías, a pesar del oleaje elevado, y hasta ayer lo buscaban elementos de Protección Civil y de la Semar. En la cabecera municipal de Coahuayana, a unos 30 kilómetros de Tecomán, Colima, hubo anegamientos y daños en la zona costera, así como en sembradíos de plátano.

El gobernador priísta de Colima, Ignacio Peralta, dio a conocer que los aguaceros de Enrique hicieron colapsar un puente en la carretera Minatitlán-Manzanillo, y hubo deslaves en diversos puntos por los cuales la vía se cerró parcialmente. La comunidad Cerro de Ortega del municipio de Tecomán se inundó y varias personas fueron desalojadas de sus hogares en el puerto de Manzanillo.

El fenómeno no dejó víctimas ni perjuicios cuantiosos en Jalisco, salvo decenas de árboles caídos a lo largo de las carreteras federal 200 y estatal 80, que corren por el litoral del estado. Protección Civil estatal declaró saldo blanco; sin embargo, llovió durante tres días y se anegaron diversos sectores de la zona metropolitana de Guadalajara.

En Nayarit se mantuvo en estado de alerta y autoridades instalaron banderas negras en playas de los municipios de Bahía de Banderas, Compostela y San Blas, lo que significa que nadie debe caminar por la arena y menos ingresar al mar.

En Chihuahua, un frente frío fuera de temporada en interacción con un canal de baja presión, una divergencia en altura e ingreso de humedad procedente del océano Pacífico produjeron tormentas que desgajaron un cerro sobre el periférico Camino Real de Ciudad Juárez, obligaron a cerrar carreteras, dejaron inundaciones y otros estragos. Se espera que estas condiciones continúen durante los próximos cinco días.

La Comisión Nacional del Agua informó que cayeron 128 litros de agua por metro cuadrado (l/m²) en el municipio chihuahuense de San Francisco de Conchos, por lo que previó un incremento en el almacenamiento de la presa La Boquilla, que ayer estaba a 19 por ciento de su capacidad. Agregó que los municipios de Juárez, Valle de Zaragoza, Villa Ocampo, Chihuahua, Parral y Coronado recibieron entre 50 y 100 l/m².

El Servicio Meteorológico Nacional pronosticó que Enrique originaría “lluvias con acumulados torrenciales (que precipitarían 150 a 250 l/m²) en Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Colima, Michoacán y Guerrero; intensas (75 a 150 l/m²) en Durango; fuertes a muy fuertes (50 a 75 l/m²) en Zacatecas y Guanajuato, además de chubascos (5.1 a 25 l/m²) en Baja California Sur.

(Ernesto Martínez, Juan Carlos Flores, Juan Carlos G. Partida, Javier Santos, Myriam Navarro y Rubén Villalpando)