Río de Janeiro. Argentina goleó a una débil Bolivia la noche de este lunes por 4-1 y terminó primera e invicta en el Grupo A de la Copa América-2021, en el que Uruguay se quedó con el segundo lugar al batir a Paraguay por 1-0, y Chile cayó al cuarto lugar y deberá enfrentar al favorito Brasil en cuartos de final.

En una noche récord de Lionel Messi, que se convirtió en el jugador con más partidos defendiendo a la selección argentina al llegar a 148, la Albiceleste no tuvo ningún contratiempo para seguir su camino en busca de acabar con 28 años sin títulos.

Alejandro 'Papu' Gómez a los 6 minutos, Messi con un doblete, a los 33 minutos de penal y a los 42, y Lautaro Martínez (65) marcaron los goles argentinos en la mundialista Arena Pantanal, en una infrecuente noche gélida en Cuiabá (centro) que Messi calentó con una actuación cerebral. Erwin Saavedra, a los 60 minutos, descontó para Bolivia.

De esta manera, Argentina jugará en cuartos de final contra Ecuador el sábado en Goiania, un partido que no será fácil para Messi y compañía si es que los del centro del mundo repiten lo mostrado el domingo cuando le igualaron 1-1 a Brasil.

A la misma hora, en el estadio Olímpico Nilton Santos de Rio de Janeiro, Uruguay le ganó a Paraguay por 1-0 con un tanto de penal de Edinson Cavani a los 20 minutos y llegó a siete puntos para trepar al segundo lugar, relegando a los guaraníes al tercer puesto con seis unidades.

La Celeste pudo ganar por una diferencia mayor a los guaraníes, pero errores de definición se lo impidieron. Ahora se cruzará con Colombia el sábado en Brasilia.

Paraguay, por su parte, que terminó tercero en la llave, enfrentará el viernes a Perú en cuartos de final. Para dicho encuentro, su entrenador, Eduardo Berizzo, no podrá contar con su máxima figura, el atacante Miguel Almirón, que abandonó el choque con Uruguay a la media hora, cabizbajo y cubriéndose el rostro por un dolor en la pierna izquierda.

El cuarto clasificado en el grupo, Chile, que descansó este lunes, deberá enfrentar el viernes a Brasil en el criticado estadio Nilton Santos de Rio de Janeiro.