Ciudad de México. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, inauguró esta mañana el puente vehicular Viaducto Río de la Piedad-Zaragoza, con lo que se busca reducir en 50 por ciento el tiempo de traslado en horas de mayor demanda, al oriente de la ciudad.

Acompañada de los alcaldes de Iztacalco, Armando Quintero, y de Venustiano Carranza, José Manuel Ballesteros, la mandataria indicó que históricamente el oriente de la capital del país estuvo relegado del desarrollo, por lo que al llegar en su administración se planteó invertir en obras que ayuden a reducir las desigualdades.

“Esta obra puede parecer pequeña, pero tiene un impacto mayor”, expresó al señalar, que es parte de un proyecto integral para mejorar la movilidad en esta zona, que incluye la intervención en el puente de Galindo y Villa, así como la construcción del viaducto elevado sobre Zaragoza, cuya licitación se dará a conocer a mediados del mes de julio.

Añadió que, además, se ha fortalecido el transporte público con nuevas modalidades como las líneas del Cablebús en Gustavo A. Madero e Iztapalapa, el trolebús elevado sobre Ermita, así como la incorporación de más unidades en el Sistema de Transportes Eléctricos y la Red de Transportes de Pasajeros.

Todo ello -añadió- sin aumentar tarifas, ni en el transporte público concesionado, al que se le otorgó un bono, para que no elevara el costo del pasaje. “Este año estamos a punto de lograr lo mismo, sólo comparen lo que es aquí la tarifa con la del estado de México”, expresó.

A su vez, el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva, detalló que se invirtieron 80 millones de pesos en la construcción del puente vehicular que consta de 332 metros de longitud, con dos carriles para incorporarse a la vía rápida de calzada Ignacio Zaragoza, así como adecuaciones en lateral de Viaducto, con dos carriles con dirección a Pantitlán y dos carriles con dirección a Zaragoza.

El director general de Ingeniería de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, Luis Ruiz Hernández, explicó que en este punto confluyen los flujos vehiculares que vienen de Zaragoza, la avenida y del poniente de la ciudad, desde Chapultepec, así como salida del transporte foráneo, lo que provoca un cuello de botella.

“En el caso del Viaducto Río Piedad desde el Circuito Interior a este punto, efectivamente, los tiempos utilizados en las horas de mayor demanda son del orden de 30 minutos y más, pero lo mismo sucede con la Avenida 8 y con la Calzada Ignacio Zaragoza”, apuntó.

Agregó que del todo el flujo vehicular, que va del orden de 3 mil 700 vehículos, el 75 por ciento tiene como destino y desea incorporarse hacia los carriles centrales y laterales de Zaragoza.

“Los beneficios que se van a tener con esta obra son reducciones de tiempo, del orden del 50 por ciento –al menos– en las horas de mayor demanda e incrementos de velocidad, al menos en 60 por ciento, pues en este tramo del circuito interior hasta este punto por las tres vialidades que mencionamos eran menores de 10 kilómetros por hora”.