Ciudad de México. La inflación de la primera quincena de junio se disparó a 0.34 por ciento, la mayor para un periodo similar en 19 años, lo que llevó la medición anual a 6.02 por ciento, el doble del objetivo del Banco de México, de acuerdo con información divulgada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El repunte de la inflación es resultado del efecto de la baja base de comparación, porque la economía estaba cerrada el año pasado y no había consumo. También influyeron factores como la reactivación económica, que genera un mayor consumo, la reapertura de hoteles y restaurantes, la escasez de productos a nivel internacional, así como el incremento en los precios de materias primas, explicaron analistas.
El incremento de los precios al consumidor sorprendió a los mercados financieros, pues el consenso de los analistas pronosticaba una tasa de inflación de 0.20 por ciento en los primeros 15 días de junio, con respecto a la quincena inmediata anterior; mientras en su medición respecto del mismo periodo de 2020 se esperaba un alza de 5.89 por ciento; sin embargo, volvió a rebasar 6 por ciento.
El objetivo permanente del banco central es una inflación de 3 por ciento anual, con un intervalo de variación de un punto porcentual hacia arriba o abajo.
De acuerdo con el reporte del Inegi sobre la evolución del índice de precios al consumidor (INPC), las presiones en los precios al consumidor volvieron a registrarse en el índice subyacente, que excluye de su medición los productos de alta volatilidad de precios como los energéticos, al repuntar en la quincena 0.35 por ciento y 4.58 por ciento anual.
La inflación no subyacente, aquella que sí incluye productos de alta volatilidad como los precios agropecuarios y energéticos, sorprendió también al alza con 0.31 por ciento quincenal y 10.61 por ciento anual.
Dentro de los productos con los mayores incrementos de precios al consumidor están el jitomate, 13.89 por ciento; naranja, 9.95; transporte aéreo, 7.67; chayote, 5.96, y paquetes turísticos, con 3.33 por ciento.
El incremento deteriora el poder adquisitivo de la población, pues se paga más por los mismos productos o servicios, sin que los salarios se eleven al mismo ritmo.
Adrián de la Garza, economista en jefe de Citibanamex, comentó que pese a la sorpresa inflacionaria de la primera quincena de junio los choques son parte del proceso de reapertura de la economía –más rápida que lo anticipada–, después de meses de restricciones a la movilidad debido al Covid- 19.
Es demasiado pronto para decir si este elevado crecimiento contaminará el mecanismo de formación de precios; por lo que esperamos que estos se moderen en cierta medida en la segunda mitad del año
, pronosticó.
Por su parte, Alejandro Saldaña, subdirector de análisis económico de Ve por Más, comentó que la inflación seguirá elevada el resto del año, pero su moderación dependerá de que comiencen a solucionarse las disrupciones en las cadenas producción a escala mundial.
El panorama se vislumbra mixto; la inflación podría ir a la baja si la oferta de bienes y servicios se normaliza antes de lo previsto, o que un repunte en los contagios de Coivd-19 llevan a la aplicación de nuevas medidas de distanciamiento social y se debilite la demanda por servicios. O al alza si tardan más en solucionarse las disrupciones en la oferta, episodios de volatilidad cambiaria, o que las expectativas de precios se contaminen por la persistencia de los altos niveles de la inflación subyacente
, explicó.