Los Ángeles. En una noche de pesadilla de Devin Booker y Chris Paul, Los Angeles Clippers batieron este jueves 106-92 a los Phoenix Suns y se acercaron 2-1 en la final de la conferencia Oeste de la NBA.
De la mano de Paul George, con 27 puntos y 15 rebotes, los Clippers lograron el primer triunfo de su historia en una final de conferencia sin su gran estrella, el lesionado Kawhi Leonard.
De paso también evitaron que los Suns tomaran una ventaja de 3-0 que ninguna franquicia ha remontado jamás.
A base de intensidad defensiva, el equipo angelino logró secar a las dos estrellas de los Suns, un equipo que sumaba nueve victorias seguidas desde la primera ronda en la que eliminaron a Los Angeles Lakers, los vigentes campeones.
Entre el escolta Devin Booker (15 puntos), que jugó con una máscara por un golpe en la nariz en el segundo juego, y el veterano Chris Paul (15) apenas anotaron 10 tiros de 40 intentos.
El equipo angelino ya era el único en la historia que ha remontado dos desventajas de 2-0 en los mismos playoffs (ante Mavericks y Jazz) y el triunfo del jueves le permite soñar con un tercer "milagro".
"No me gusta", dijo el técnico Ty Lue sobre la desventaja 2-0. "Pero hemos sido un equipo resiliente toda la temporada".
El equipo angelino tratará de igualar la serie el sábado de nuevo en el Staples Center de Los Ángeles, donde se desconoce si podrá contar con Kawhi Leonard, quien sufre un esguince de rodilla.
Los Suns, en cambio, ya tienen de vuelta a Chris Paul tras 11 días de baja por los protocolos contra el coronavirus.
El base, de 36 años, fue recibido con abucheos en la cancha donde jugó seis temporadas con el uniforme de los Clippers (2011-17), una época de luces pero también de sombras muy dolorosas en playoffs.
Para cambiar el rumbo de la eliminatoria, Ty Lue aplicó varios ajustes en defensa y colocó al feroz defensor Patrick Beverley sobre Devin Booker.
Con marcajes muy agresivos, los Clippers lograron secar a Booker y a Paul, las dos estrellas de los Suns, que no anotaron un solo punto entre ambos en el primer cuarto.
Los Suns tenían que apoyarse en ataque en el pívot DeAndre Ayton y el alero Jae Crowder, artífices de la canasta decisiva del segundo juego, que sumaron 14 de los primeros 17 puntos del equipo.
Los Clippers aprovecharon la falta de acierto en el primer cuarto de los Suns (37% en tiros de campo) para tomar una ventaja de 29-21, la mayor que habían gozado hasta entonces en toda la serie.
Con Booker visiblemente incómodo con la mascarilla, los Suns seguían muy erráticos en el lanzamiento pero a los Clippers les costaba aprovechar esa oportunidad para distanciarse en el marcador.
Con Kawhi Leonard siguiendo el juego con su familia en un palco, el equipo angelino solo cuenta con otro gran talento ofensivo, Paul George, que sigue tirando del carro en la pista decidido a alcanzar sus primeras Finales.
Reggie Jackson, con 23 puntos, y el pívot croata Ivica Zubac, con 15 puntos y 16 rebotes, asistieron el jueves a Paul en el ataque angelino.
- Booker desquiciado -
A mediados del segundo cuarto, los Suns ya estaban de nuevo por encima gracias a una racha del suplente Cam Johnson y llegaron al descanso con una ventaja de dos puntos (48-46).
Con el agua al cuello, los Clippers salieron del vestuario decididos a amarrar su primer triunfo y encadenaron un parcial de 25-8 que les daba margen de maniobra para la recta final.
El joven Terance Mann, héroe de la clasificación ante los Jazz con 39 puntos en el último juego, apareció para anotar 10 puntos en el tercer cuarto que descorchaba un aluvión ofensivo de los Clippers.
En defensa, el equipo angelino acabó de desquiciar a Booker, que tuvo un encontronazo con Beverley que derivó en técnica doble y en un paso por el banquillo, y a Chris Paul, que también se sentó tras una fuerte protesta a los árbitros.
Un espectacular triple desde medio campo de Paul George sobre la bocina del tercer cuarto daba la luz verde a los Clippers para un fuerte acelerón hasta alcanzar 18 puntos de ventaja (89-71).
Aunque los Suns llegaron a acercarse a seis puntos, ni Booker ni Paul pudieron remontar su desastrosa noche y los Clippers se acabaron dando un festín ante su público con el que acumulan moral para el cuarto partido del sábado.